La Fiscalía General de la República (FGR) ha reiterado que el Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, funcionaba como un centro de reclutamiento y entrenamiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El fiscal general, Alejandro Gertz Manero, afirmó que, aunque se encontraron fogatas y fragmentos óseos en el lugar, no existen pruebas concluyentes de la existencia de crematorios clandestinos.
Gertz Manero explicó que los peritajes realizados no detectaron temperaturas superiores a 200 grados Celsius, insuficientes para la incineración de cuerpos, que requiere al menos 800 grados.
Sin embargo, esta postura ha sido cuestionada por algunos colectivos de búsqueda y expertos, quienes señalan que en el sitio se encontraron restos humanos calcinados y estructuras que podrían haber sido utilizadas para la cremación.
El Rancho Izaguirre ha sido objeto de múltiples investigaciones desde septiembre de 2024, cuando se detuvo a diez personas y se liberó a dos víctimas en una operación conjunta entre autoridades federales y estatales.
En marzo de 2025, colectivos de búsqueda descubrieron en el lugar cientos de prendas y objetos personales que podrían pertenecer a personas desaparecidas.
La FGR ha solicitado a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que realice análisis adicionales para ratificar los resultados periciales y garantizar la transparencia de la investigación.