Se afirma que para la jornada electoral del 1 de julio se espera que asistan a las urnas cerca del 58 por ciento de los habitantes del país registrados en el padrón electoral. El director general del Instituto de Administración Pública del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Otto Granados Regalado, aseguró que los participantes en los comicios representan 20 puntos porcentuales menos que los que votaron en 1994, producto del desgaste en que viven los mexicanos, ocasionado por el sistema político.

El académico recordó que en la elección presidencial de hace 18 años, la participación ciudadana en las urnas fue del 77 por ciento, pero para el año 2000 decreció al 63.9 por ciento, mientras que en el 2006, llegó al 58 por ciento, “ese último porcentaje se mantendrá para las elecciones que se realizarán en poco más de un mes”.

En el seminario “Elecciones en México 2012: Dilemas y desafíos”, impartido vía satelital, el experto del Tec de Monterrey, afirmó que entre la población prevalece una fuerte insatisfacción en contra de la vida política del país, “hay indiferencia hacia los gobernantes, situación que ya vivieron otros países como Venezuela, Bolivia y Ecuador, en los últimos cinco años”.

Comentó que los ciudadanos del país viven un desgaste del sistema político nacional, lo que se traduce en un sentimiento negativo hacia el partido en el poder, pero también en un voto de castigo, por eso aseguró que la percepción de un proceso electoral ordenado ya no es suficiente para los ciudadanos.

La percepción social —desde su punto de vista— es que en México el nivel de competencia política es menor que en otros años y la atención social no está solamente en el presidente de la República, sino también en los integrantes del Congreso de la Unión, “prueba de ello es que de las 4 mil iniciativas de ley presentadas, se concretaron menos del 6 por ciento”.

El académico encuentra en la realidad nacional actual un entorno electoral impreciso, particularmente en la distribución del voto, “hoy no se sabe si tendremos una elección de tercios o de un 50-25-25, incluso tampoco está claro si prevalecerá el voto duro o el voto útil, que está enfocado en elegir al menos malo de los contendientes”.

Ante eso, lo que tiene claro el funcionario educativo del Tec de Monterrey, es que el voto nulo ya no es efectivo en los presentes procesos electorales del país, porque con eso no pasa nada y los partidos políticos son sordos ante ese tipo de reclamos y se conforman con los votos acumulados para sus candidatos.