Enrique Peña Nieto advirtió desde la plaza de armas de Tepeaca que su partido se conduce hacia la victoria, hizo la apología de las reformas estructurales para no dejar a México “aislado” y convocó a sus seguidores a no caer en provocaciones.

“Vamos a lo inevitable, la victoria del primero de julio”, manifestó el candidato presidencial del expartidazo.

El júbilo contagió a sus seguidores. La plaza de armas de la heroica Tepeaca se pintó de los colores priistas. Los candidatos a diputados y a senadores, los dirigentes del tricolor en la zona vip ovacionaron al candidato puntero en las encuestas.

“No vamos a caer en las provocaciones, y menos en el hostigamiento de quienes se oponen a construir un clima de paz y de armonía entre los mexicanos”, pidió Peña Nieto mesura a sus simpatizantes.

Uniformados para recibir a su candidato, los militantes del tricolor se subían a las sillas para tomarle fotografías con sus teléfonos celulares.

La botarga de Enrique Peña Nieto bailaba con las mujeres priistas que se contoneaban al ritmo de las porras peñanietistas. Desde Tepeaca, Enrique Peña Nieto lanzó un llamado a favor de la paz.

En torno al encuentro de Peña Nieto con la estructura priista se desarrolló un férreo dispositivo de seguridad.

Enrique Peña Nieto convocó a sus seguidores a no caer en provocaciones. Vendedores de la agrupación Ignacio Zaragoza protagonizaron una gresca. Empujaron y rebasaron una de las vallas de seguridad para colocarse en las primeras filas del evento.

Sus seguidores le perdonaron que durante su discurso le cambiara de nombres a las poblaciones de Puebla: a Tehuacán la reemplazó por “Tihuacán”, a Huauchinango como “Huachinango” y a Zacapoaxtla como “Zapapoaxtla”.

Vallas metálicas, seguridad municipal y estatal blindaron la visita del candidato priista.

Para llegar a las primeras filas era necesario presentar una identificación especial y pasar varios filtros de seguridad.

Al término del acto, jóvenes desplegaron algunas cartulinas en contra del candidato del pri, Enrique Peña Nieto.