"Hemos venido a votar desde Los Ángeles hasta Tijuana para manifestar a las autoridades federales mexicanas que ya no se justifica que a los mexicanos en el extranjero se les siga negando el derecho al voto efectivo", protestó en declaraciones a la agencia EFE después de votar Juan José Gutiérrez, coordinador del Movimiento de Regeneración Nacional de Mexicanos en el Exterior (PRD-MORENA).
 
Unos ochenta miembros de esa organización participaron este domingo en las caravanas que partieron de madrugada desde Los Ángeles y otras ciudades de California hacia Tijuana y Mexicali, en el estado mexicano de Baja California.
 
Unos 79,5 millones de mexicanos estaban llamados a las urnas para elegir un nuevo presidente, los 500 diputados y 128 senadores que integrarán el Congreso, 925 alcaldes, 6 gobernadores estatales y el jefe de Gobierno del Distrito Federal.
 
"El esfuerzo personal para ir a tramitar la credencial a Zacatecas y a votar en Tijuana es porque queremos participar en las votaciones", explicó Gutiérrez. "Los mexicanos en el exterior exigimos a las autoridades de México que nos permitan ejercer nuestro voto desde los EEUU como hacen la mayoría de naciones democráticas y civilizadas", agregó.
 
En ese sentido se quejó de las complicaciones existentes para votar por correo desde el extranjero y añadió que "el Gobierno de México invierte millones de dólares en campañas para hacerle saber al mundo que está trabajando por organizar el voto en el exterior; pero los únicos beneficios son de apariencia democrática".
 
"La realidad es que son muy pocos los que cumplen los difíciles requisitos para poder votar por correo", denunció.
 
Según el Instituto Federal Electoral (IFE) de México, de los aproximadamente 11,5 millones de mexicanos que viven fuera de su país, tan sólo 40.737 han votado en estos comicios.
 
Sin embargo, la participación de los electores mexicanos residentes en el extranjero fue este año un 23% superior a los últimos comicios presidenciales, en 2006. En su mayoría fueron ciudadanos residentes en los Estados Unidos, así como en Canadá.
 
El ex bracero Jesús Galván, que también se desplazó a Tijuana, aseguró a EFE que en la casilla especial de la Sección 891 habilitada en el parque de la Torre Agua Caliente Plaza Cívica, en la colonia Morelos de Tijuana, los electores comenzaron a hacer fila desde antes de las ocho de la mañana (13:00 GMT), pero la urna de votación abrió pasadas las diez.
 
"La gente en la fila se empezó a molestar, porque algunos estuvimos como tres horas en espera y todo indica que los que están a cargo de las urnas no mueven las cosas rápido como debe ser para recibir más votos", afirmó Galván.
 
En su opinión, "todo eso afecta a la hora de captar el voto de los mexicanos en el exterior. Las trabas para poder votar por correo, las demoras en las casillas y el número limitado de boletas son factores que obstaculizan que líderes de la oposición como Andrés Manuel López Obrador lleguen a la presidencia de México".
 
Galván argumentó que quienes ejercen el poder en México temen que se produzca una alternancia política si todos los mexicanos en el exterior votan.
 
Además de la lentitud en los centros de votación, algunos también se quejaban otras incidencias menores. Laurencio Hernández (foto), originario de Oaxaca y residente en Los Ángeles, explicó a EFE que cuando llegó a la mesa de votación le dijeron que no podía ejercer su derecho al voto porque "tenía suspendidos sus derechos políticos".
 
Hernández llegó a Tijuana en una caravana de unas 250 personas organizada por el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB). "Tienen miedo de darles el derecho al voto a los mexicanos en el exterior y lo único que les importa de nosotros son las remesas", añadió otro de los votantes desplazados, Óscar Hernández, quien defendió en declaraciones a EFE que "el voto de los mexicanos que viven fuera de México es un voto más libre y más informado".