Para el urbanista Javier Ramírez Sánchez, el sistema de transporte urbano de la zona metropolitana de la ciudad de Puebla es malo porque creció de manera anárquica y sin planeación, “creció en respuesta, deseos y conveniencia de los intereses de los concesionarios, sobre todo en las zonas donde hay una mayor necesidad de abordar y todo mundo quiere pasar por ahí”, porque les asegura la ganancia.
Como ejemplo de su argumento, el investigador de la facultad de Arquitectura de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) dijo que está la avenida 11 Norte-Sur, donde todos los concesionarios quieren que sus rutas pasen porque saben que existe una gran necesidad de ese tipo de transporte de parte de los ciudadanos, “creo que es buen momento para que el gobierno del estado entre en un reordenamiento del sistema de transporte público, para dar a los ciudadanos un servicio de calidad y eficiente para su traslado cotidiano”.
Sin embargo, esa decisión no la ve en el corto plazo aunque hay una fuerte necesidad de reordenar, por eso agregó que “ojalá las autoridades le entraran al problema porque la ciudad de Puebla y la zona conurbada lo necesitan, yo espero que haya voluntad política y comunicación entre todos los actores del transporte público porque el reordenamiento es importante y urgente”.
Desde la perspectiva del arquitecto poblano resulta lamentable que en el tema del transporte público prevalezcan los intereses de la mayoría de los concesionarios sobre los intereses de la sociedad, pero el problema no es de la actualidad, viene de muchas administraciones de gobierno atrás, cuyos funcionarios se convirtieron en aliados de los concesionarios y juntos generaron el caos que los ciudadanos enfrentan en su vida cotidiana.
El llamado del académico de la UPAEP es que todos los actores, públicos y particulares, involucrados en el tema del transporte público, de verdad velen por los intereses de la ciudadanía porque es evidente que la zona metropolitana de la ciudad de Puebla necesita un reordenamiento de su sistema de transporte público, además eso reduce las posibilidades de riesgos para los ciudadanos que lo utilizan.
El metrobús avanza sin planeación
El urbanista universitario encuentra que el metrobús que se construye en la actualidad tiene serios problemas ocasionados por la falta de planeación, que una vez puesto en marcha creará algunos problemas para los ciudadanos de las zonas por donde circula, por ejemplo las vueltas a la izquierda en avenidas de doble circulación, “ahí habrá problemas serios y no se ve cómo los vayan a resolver”, pero además eso ocasionará problemas en diferentes zonas de la zona metropolitana, porque los vehículos darán vuelta a la derecha y tendrán que hacer un rodeo de manzana para cruzar.
Además, agregó Ramírez Sánchez, las calles continuas a esas partes de la obra del metrobús no tienen la infraestructura necesaria para soportar los aforos vehiculares que pasan por esas zonas, “veo que algunas calles son angostas y generarán serios problemas para los habitantes”.
Otro problema que encuentra el académico de la UPAEP, es que las autoridades poblanas todavía no definen el proyecto de los paraderos y así como se observa la propuesta del metrobús, seguramente también tendrán problemas para eso, por ello reiteró que la obra no se planeó de fondo y fue un inicio acelerado, “debieron prever situaciones que ahora se observan y para eso, se tuvo que planear con anticipación”.
Y aunque aseguró que no puede adelantar qué tanto daño social se puede crear con los problemas que presenta el metrobús, Javier Ramírez Sánchez aseguró que un sistema de transporte bien planeado se traduce en una solución, más que en un problema y prueba de ello,es que en otras ciudades son una solución para el transporte masivo, “creo que meterlo es bueno, pero requiere de la planeación adecuada”.
La recomendación que dejó el urbanista a las autoridades poblanas, es que generen la comunicación con los transportistas y con los concesionarios, porque es la forma efectiva de conformar un sistema de transporte que responda a las necesidades y las demandas de la población que se traslada en el servicio público, pero también para evitar dolores de cabeza innecesarios a los particulares.
Por eso, el arquitecto de la UPAEP dijo que resulta urgente un reordenamiento del sistema de transporte público, pero que tenga como característica esencial que debe responder a los intereses de los ciudadanos y no de los concesionarios ni de los funcionarios de gobierno, que ven el servicio como un gran negocio y que ofrecen una pésima calidad a los usuarios.