La Secretaría General de Gobierno contactó a la Asociación Cultural, Recreativa y Educativa para Sordos; sin embargo, no hubo un ofrecimiento formal de apoyarlos, sino promesas sólo de estudiar el caso.

Ana Isabel Puente Romero, representante de la desaparecida asociación, acudió a la sede del gobierno estatal Casa Aguayo, luego de que fuera citada para exponer los problemas, sin embargo no fue recibida por ninguna autoridad de jerarquía y con poder de decisión, sino por una joven del área de Comunicación.

Este lunes, Intolerancia Diario dio a conocer que a pesar de todos los esfuerzos desapareció la Escuela para Sordos en Puebla por la falta de apoyo gubernamental y ciudadana, única en su tipo en el estado con especialidad en esta discapacidad. Al siguiente día, el titular de la dependencia, Fernando Manzanilla Prieto, no sólo dijo desconocer la desaparición de la Asociación Cultural, Recreativa y Educativa para Sordos, sino también su existencia. Su respuesta fue simple, llana y tajante: “No conozco el tema, no puedo dar una opinión”. Posteriormente, de la oficina gubernamental contactaron a Ana Isabel Puente, a quien le solicitaron que fuera a entregarles documentos donde otras dependencias le hayan negado el apoyo, para ver cómo le podrían ayudar.

La zozobra

Ana Isabel Puente comentó que lleva dos años tocando puertas, por lo que esta ocasión está muy escéptica que por fin llegue el tan ansiado apoyo, el cual —dijo— no debe ser tan poco una limosna.

“Estoy hasta la coronilla, he dado muchas vueltas con este gobierno de oficina en oficina y ahora me buscan ellos, pero ni siquiera me atiende alguien con poder de decisión, sino una chica del área de Comunicación.”

Comentó que explicó todo el peregrinar que ha tenido la asociación, desde que fueron corridos literalmente de la casa donde atendían a los pequeños sordomudos hasta las clases que dieron en pleno zócalo de la ciudad. Asimismo, entregó copias de cada oficio a distintas dependencias como el DIF estatal y el Instituto de Asistencia Pública del Estado de Puebla (IAPEP), donde le fueron negados los apoyos. Al no poder hablar con un funcionario de alto nivel, indicó que los sordomudos no son limosneros y merecen respeto, así como un lugar digno donde puedan ser atendidos, sobre todo en el centro de la ciudad. Explicó que en el primer cuadro de la ciudad es más fácil que se trasladen sus alumnos, ya que la gran mayoría vive en la periferia, en zonas marginadas.

Dijo que finalmente le señalaron que toda la información le sería entregada al secretario de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, para que se les diera el apoyo que necesitan. Cabe destacar que la Asociación Cultural, Recreativa y Educativa para Sordos lo único que pedía al gobierno estatal era un espacio, luego de que le suspendieron el pago de la renta de un inmueble. Todo, a pesar de que el estado de Puebla carece de centros educativos especializados para la atención de más de 14 mil niños sordos, quienes al concluir la educación primaria la gran mayoría se vio forzada a salir de las aulas.

De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sólo 35 por ciento de estos niños en edad de preescolar y primaria son atendidos educativamente en los Centros de Atención Múltiple (CAM), de los cuales contados son los que continúan sus estudios de secundaria y bachillerato. Según datos del Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación en Puebla (SETEP) a nivel básico (primaria) tienen la atención, pero en secundaria y media superior no existe una sola institución donde puedan continuar sus estudios de secundaria o bachiller. Ahí se pierden. De alguna manera hay más de 14 mil alumnos sordos, de los cuales hay un promedio de 35 por ciento sin instrucción pública, con 2.3 en deserción en primaria y la secundaria inconclusa, según la misma información.

Claudia López Castillo, miembro activo del SETEP, comentó que Puebla es el séptimo estado con mayor número de personas con discapacidad y ocupa entre los primeros cinco en el nivel de discriminación.

En Puebla existen apenas hay mil 900 docentes capacitados en atención para personas discapacitadas, pero de ellos sólo 112 son especialistas en audición y 18 intérpretes de señas mexicanas. “Para cinco mil escuelas de educación básica no se dan abasto”, comentó. Reveló que la integración educativa que marca la ley les pide que sea la atención de forma individualizada, con una capacidad lingüística de más de mil palabras.

“Lo único que pedíamos era un localito para dar nuestras clases, pero nadie nos apoyó, hubo quienes nos prestaron departamentitos, pero estaban muy lejanos, la gente no podía llegar”, recordó Ana Isabel Puente.

El adiós

Fue hace dos años, en el mes de octubre de 2010, cuando empezaron los adeudos de la renta por la falta del apoyo gubernamental al final de la administración de Mario Marín Torres, lo que continuó con Rafael Moreno Valle. Al siguiente año, en octubre de 2011, definitivamente se quedaron sin espacio al desaparecer La Casa del Sordo, donde impartían clases a decenas de niños de entre 4 y 17 años con este problema físico, espacio ubicado en 7 Poniente 309 del Centro Histórico. A la llegada del gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas no sólo las autoridades no continuaron apoyando con la renta, sino que además les fueron retiradas despensas a las familias de los niños de escasos recursos. En el mes de agosto de 2011, como medida de desesperación tomaron clases en el zócalo de la ciudad más de una veintena de niños sordomudos, luego de que desalojaron su escuela por falta de pago en la renta. Para febrero de 2012, sólo quedaban 13 alumnos tomaban clases en un pequeño departamento del sur de la ciudad en la colonia Vicente Guerrero, propiedad de un padre de familia, donde sobrevivieron pocas semanas gracias a unas cuantas cooperaciones particulares.

El resto de los estudiantes —más de 160— no toman clases de señas para comunicarse, ya que debido a su precaria situación económica la escuela les quedaba muy lejana. Ana Isabel recordó que la organización fue fundada el 8 de agosto de 1997, tiempo en el que llevaron una ardua labor permanente para capacitarlos en talleres.

“Les enseñamos a fabricar sus propios productos y a darles herramientas para subsistir, nunca tuvimos un espacio para las actividades propias de su desarrollo".

Ante este problema se refleja una ironía implícita ante una discapacidad que no se ve, y que también se presta al surgimiento de vivales que se hacen pasar por sordos para sus propios fines.

”Esto ha devenido en la resistencia ante las necesidades de personas sordas, la discriminación se da en todos los niveles sociales y de todas las formas posibles”, dijo la activista en los derechos de los sordomudos.

Detalló que el proyecto creado llevaba por nombre de “Sordos con Sordos”, ya que cuatro maestros con este mismo problema enseñaban a los niños, ahora son sólo recuerdos.

“Inclusive tuvimos maestros que no han sido aceptados en los trabajos laborales y que han vivido la misma marginación en escuelas públicas, son los que fueron contratados.”

 La realidad de Puebla

Claudia López Castillo, maestra del SETEP, comentó que el estado de Puebla es el séptimo estado con mayor número de personas con discapacidad y ocupa uno de los primeros cinco en el nivel de discriminación. Indicó que esto repercute en la educación, porque los Centros de Atención Múltiple también tienen un número reducido de docentes especializados.

En Puebla apenas hay mil 900 docentes capacitados para atención para personas con impedimentos físicos, pero de ellos sólo 112 son especialistas en audición y 18 intérpretes de señas mexicanas. “Para cinco mil escuelas de educación básica no se dan abasto”. Reveló que la integración educativa que marca la ley les pide que sea la atención de forma individualizada, con una capacidad lingüística de más de mil palabras.

Entonces estos chicos no desarrollan esas habilidades, ni destrezas de comprensión o referentes lingüísticos hasta que llegan al sexto de primaria.

”Ahí hay otro factor, si cumplen más de 15 años los sacan de la institución o los capacitan para un oficio o definitivamente ya no estudian.”

Indicó que algunas escuelas particulares apoyan a los estudiantes de este tipo, pero no tienen registro oficial, entonces de alguna manera tienen que buscar el anexo de otra institución que tenga registro. Indicó que para estas personas, como los niños sordos, la educación debe ser personalizada de cualquier manera.

“Hay 14 mil 583 alumnos en discapacidad auditiva, 82 por ciento de los que tienen alguna discapacidad a manera general, requieren de atención, pero dependen de familiares y amigos, o sea que más de 80 por ciento de personas con alguna discapacidad no continúa sus estudios.