A titulo personal, el investigador del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSH) de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), Carlos Montero Pantoja, el teleférico y la rueda de la fortuna que se construirán en la zona monumental de la capital poblana alteran el paisaje urbano de la ciudad, por eso agregó que desde su perspectiva ambos proyectos deben estar situados en otro lugar geográfico, pero no en el Centro Histórico de la capital.

Ante eso, recordó que hasta hace dos años el atractivo de la ciudad de Puebla era su carácter colonial, que incluye todos los monumentos históricos, en especial el patrimonio religioso, lo que se traduce en elementos locales que se deben atesorar y cuidar pero insistió en que el observatorio giratorio y el teleférico podrán modificar la imagen de esa zona de la ciudad, considerada como patrimonio cultural de la humanidad.

Desde la perspectiva del experto del ICSH, si las autoridades poblanas tuvieran interés en conservar el patrimonio cultural, lo que corresponde hacer es arreglar el Centro Histórico de la ciudad, desde la infraestructura hasta el drenaje que está deteriorado, pero también la obra hidráulica que actualmente se encuentra muy dañada, algo natural porque son obras de principio del siglo XX.

Montero Pantoja puntualizó que “me parece paradójico que haya edificios del gobierno del estado que están cayéndose en el centro de la ciudad, incluso algunos tienen letreros de venta”, entonces se pregunta “dónde está ese interés por conservar el patrimonio, por atesorar, por curar el patrimonio que está arruinándose, ahí se ve que eso realmente no le interesa al gobierno”.

El investigador de el ICSH de la UAP recordó que está demostrado que lo local, la naturaleza propia de la ciudad, es lo que atrae al turismo, “yo no voy a comer una torta ahogada a Madrid”, por eso reiteró que acciones de gobierno como la rueda de la fortuna “fue proyectada para los juegos olímpicos de Londres, eso no es nuestro, es un elemento de allá, por qué tenemos que traer elementos que caracterizan a otras ciudades”.

Lo mismo pasa con el teleférico, agregó el investigador de la máxima casa de estudios de Puebla, que consideró una aberración peor que La Noria porque desde su perspectiva académica y social el teleférico es un medio de comunicación en zonas de alta montaña, pero no para una ciudad monumental, que tiene en ese particular su potencial turístico.

Carlos Montero Pantoja reiteró que el observatorio giratorio y el teleférico obstruyen el paisaje y lo peor del discurso gubernamental es que las catalogan como obras modernas, “aquí quiero hacer un paréntesis y decir que no son modernas”, aclaró el académico del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la universidad estatal poblana.

La rueda de la imprudencia
Al preguntarle de la rueda de la fortuna que se presume se instalará en el Paseo Bravo, Francisco Fraile declaró “disiento profundamente en un gasto de esta naturaleza que si bien pudiera alegarse que puede traer turismo, que se genere empleo, pero hacer un gasto como el que se anuncia por parte del gobierno y no de la iniciativa privada no corresponde.

”En Puebla tenemos pobres y cuando hay una deuda oculta vía SOAPAP y algunos organismos descentralizados me parece una imprudencia política, y estas imprudencias son muy costosas; primero, porque hieren a la ciudadanía con un gasto como ese y lo más duro, se sigue endeudado, y es lo que hay que ver.

”Puebla está endeudada desde los organismos descentralizados, y lo primero que hay que resolver es la deuda y después invitar a la iniciativa privada a que invierta el dinero porque será rentable para ellos.”

Asimismo, dijo que el Instituto Nacional de Antropología e Historia tiene que decir dónde podría quedar porque las mismas torres del teleférico rompen con el paisaje colonial de Puebla, pues los torreones que se están construyendo no corresponden a la arquitectura de una ciudad así. (Con información de Francisco Sánchez Nolasco)