Al asegurar que por lo corto de los tiempos que restan de las campañas políticas solamente habrá posibilidad de realizar un debate entre los candidatos a la presidencia municipal de la ciudad de Puebla, el analista político de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Alejandro Guillén Reyes, afirmó que al parecer “no habrá tantos debates como comprometieron los candidatos”, pero además por la negativa de los equipos de campaña de asistir a esos encuentros convocados por algunas organizaciones sociales.

Esa postura —dijo el politólogo de esa institución— evidentemente baja el número de opciones para tener debates, que ojalá los haya, “yo espero que haya apertura, que exista en la sociedad algún grupo que genere las condiciones necesarias y la confianza para que se presenten los candidatos a la presidencia municipal y permitan el intercambio y la contrastación de las ideas”.

Para el investigador de la UPAEP, lo recomendable es que también existan los debates entre los candidatos a las diputaciones locales por la ciudad de Puebla, pero así como están las cosas y por el aplazamiento del debate entre los aspirantes a la alcaldía, “parece que eso ya es demasiado pedir”.

Para Guillén Reyes es importante que se presenten ese tipo de ejercicios entre los candidatos, porque al hacerlo se abre un abanico de información y las posibilidades para los ciudadanos de elegir la que consideren la mejor opción, por eso apuntó que desde su perspectiva los debates también son parte del análisis y de la toma de decisiones de quienes al final de cuentas van a emitir su voto.

El politólogo de la UPAEP aseguró que esos ejercicios también forman parte importante de los procesos electorales, sin embargo, dijo que en la actualidad el tema es que los equipos de campaña encuentren una organización o un grupo de ciudadano que genere las condiciones del encuentro y que ese formato permita las opciones de decisión para el público.

El problema del formato
Desde la perspectiva del investigador de la UPAEP, el problema de los debates es el formato, porque es muy complicado y no permite que realmente los candidatos se desenvuelvan adecuadamente en el momento en que lanzan sus propuestas, sus ataques y sus contrapropuestas, entonces no hay esa dinámica, por lo tanto, no se permiten más posibilidades de confrontar las propuestas de unos y otros.

Ante esa situación, Guillén Reyes aclaró que esa situación tiene que ver con el número de contendientes, que no permite hacer un debate fluido, “lo ideal es que sean por lo menos dos, y en el caso de la ciudad de Puebla son tres en la presente elección, lo que posiblemente permita ver un debate más fluido y más atractivo”, pero reiteró que el hecho de que el formato no sea el adecuado no significa que se pierda esa práctica.

Arraigada, cultura del debate
Alejandro Guillén recordó que en el país ya está arraigada la cultura del debate, “poco a poco se va arraigando entre los ciudadanos”, desde aquel famoso debate de 1994 entre los candidatos a la Presidencia de la República Ernesto Zedillo, Cuauhtémoc Cárdenas y Diego Fernández de Ceballos, donde además días antes también hubo debate entre los partidos pequeños y sus candidatos, el “chiquidebate”, por eso afirmó que desde hace casi dos décadas, en el país existe la cultura del debate político.