Al asegurar que los partidos políticos y la alianzas electorales ya amenazaron que los peores momentos de la confrontación y las descalificaciones en el marco del proceso electoral rumbo al 7 de julio están por venir, el analista político de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Alejandro Guillén Reyes, reveló que con esas actitudes dejan un “campo minado” para el futuro inmediato en el estado de Puebla, “algo que cuesta trabajo creer, pero es cierto que los ganadores no podrán llamar a la unidad”, porque dejan muchas heridas abiertas.

El investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de esa casa de estudios lamentó que con el transcurso de las campañas las acusaciones suban de tono y de intensidad y, en ese contexto, dijo que hay que retomar al pie de la letra lo que afirmó el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho Quiroz, en su visita por la entidad poblana el pasado jueves, de “que la alianza 5 de Mayo va por todo”.

Ante eso, el politólogo de la UPAEP aseguró que es evidente que el líder nacional del partido tricolor está bien informado de los acontecimientos de Puebla y afirmar que el PRI va en serio es parte del discurso de oposición que debe de prevalecer en ese instituto político, “veo claramente que existe una elección de carácter nacional en los dos bandos”.

Para Alejandro Guillén Reyes, en la posición que tomó Camacho Quiroz hace dos días en su visita por la capital poblana no se observa ruptura, y en ese contexto dijo que se habla del Pacto por México, en el que observa que existe un acuerdo cupular, “pero dentro de ese acuerdo entre las cúpulas gubernamentales y de los partidos políticos parece que no se incluyeron los procesos electorales”.

Lo que encuentra el investigador de la UPAEP es que en las acusaciones y señalamientos presentados en días pasados no se observan elementos jurídicos, solamente son declaraciones en los medios de comunicación, algo que polariza totalmente las campañas políticas, “pero no observan que esas acciones no atraen al electorado, más bien los alejan de las urnas”.

Alejandro Guillén reiteró que más allá de fomentar el abstencionismo electoral, el problema que viene después es más grande porque los ganadores de la contienda electoral del próximo 7 de julio no podrán llamar a la unidad porque aunque las cúpulas se pongan de acuerdo, “el problema aquí no es de esas cúpulas, es de los mandos medios y hasta dentro de las familias, porque las cúpulas pueden acordar pero no veo qué le pueden decir a las tropas, no veo la forma de llamarlos a la posible unidad”.