La coalición 5 de Mayo por la diputación del distrito 8 se quedó sin representante en el debate al faltar el candidato Miguel Ángel Rivera y ser expulsada su suplente, luego de una serie de protestas de los contendientes de Puebla Unida.

La disputa entre ambos bandos por ver si se realizaba o no el debate se convirtió en un show, al grado de llegar casi a los golpes en el Hotel Señorial, sede del evento.

Los priistas integrantes de la coalición 5 de Mayo aseguraban que podría debatir la suplente Liseth Gallegos, a pesar de que la ley y los acuerdos marcaban que sólo lo podrían hacer los candidatos.

El candidato de Puebla Unida Miguel Ángel Huepa aseguró que llegó desde las 16 horas, como se tenía contemplado. Sin embargo, ni el candidato de 5 de Mayo ni el del PT llegaron a tiempo.

“Teníamos que estar a esa hora haciendo el sorteo, ni siquiera se ha presentado la consejera presidenta; el candidato del PRI, Miguel Ángel Rivera, manda a su suplente (…) cosa que es totalmente ilegal, es incorrecta; en primera, porque ella no firmó la carta de aceptación al debate.

”Observamos que no existen las condiciones adecuadas para llevar a cabo el ejercicio democrático, aquí desafortunadamente hay dos consejeros que no saben ni que hacer, pero el debate con la suplente no se puede hacer.”

Por lo tanto, indicó que habían solicitado que un notario público diera fe de los hechos para interponer la queja ante el Instituto Electoral del Estado.

La trifulca
Luego de que el candidato Miguel Ángel Huepa anunciara que no iba a debatir, fue atacado verbalmente por integrantes y simpatizantes de la coalición 5 de Mayo, con gritos de “cobarde, debate”, a los que hizo oídos sordos.

Minutos después, en los salones donde se llevaría el debate, se registró un conato de bronca, gritos y hasta insultos entre simpatizantes de ambos bandos, cuando llegaron los de Puebla Unida con el notario público.

Al lugar llegó la candidata suplente Liseth Gallegos, acompañada del delegado del PRI en el distrito, Francisco Cobos, quien llegó a gritos pidiendo que se realizara el debate porque la ley marcaba que podría hacerlo un candidato y la suplente lo era.

“¡El PRI quiere debate, el PRI no oculta nada!”, gritaba vehementemente cuando se enfrascó en una discusión con el regidor del municipio de Puebla, Carlos Ibáñez Alcocer, quien ante los medios se presentó como un simple amigo de Huepa.

”A debatir señores, el PRI quiere todo claro; a debatir, con todo respeto para el notario, que haga bien su chamba, si va a cobrar que trabaje bien”, dijo.

¿Y el candidato?
Sin embargo, Ibáñez Alcocer se comportó como una fiera defendiendo al candidato de Puebla Unida, al señalarle al priista que la ley era clara, que no podría haber debate con la suplente, además de que no se justificaba por qué había faltado.

Fue en esos momentos cuando Francisco Cobos afirmó que estaba enfermo y por eso no había llegado, con lo que empezó una serie de contradicciones sobre el estado de salud del abanderado.

También la esposa del abanderado priista Miguel Ángel Rivera se hizo presente en el evento, gritándole al panista que se aguantara, que tendría que haber debate aunque no quisiera, ya que su esposo no pudo asistir.

En entrevista con Intolerancia Diario, la esposa —sin querer dar su nombre— se puso nerviosa y tampoco supo decir dónde estaba internado su marido.

—¿Qué tiene su esposo?

—Una infección estomacal fuertísima.

—¿Está internado, está en el hospital, en casa, dónde?

—Hablen con su particular, por favor.

—Pero usted debe saber, como su esposa…

—Está internado.

—¿Dónde?

—No puedo dar información de eso.

—Pero gritó ahí adentro que iban a aclarar todo, ¿no?

—No les puedo decir— señaló nerviosa para dar media vuelta y salir literalmente corriendo del recinto.

Posteriormente, quien trató de evadir a la prensa fue el priista Francisco Cobos, el que minutos antes vociferaba que no ocultaban nada y posteriormente reconoció que va a ganar Miguel Ángel Huepa.

—¿Dónde está el candidato?

—Los ciudadanos del distrito local 8, con cabecera en San Andrés, saben que se están prestando a un montaje.

“Todos van a votar por el señor Huepa, una vez que gane el señor Huepa va a regresar como presidente municipal (…)”, dijo evadiendo la pregunta con una larga perorata.

—La pregunta es: ¿dónde está el candidato? ¿No vino porque va a ganar Huepa?

—Bueno, nosotros sabemos quién va a ganar.

—Insistimos, ¿dónde está el candidato?

—Ya lo comentó su esposa, la esposa del candidato (…) hay que tomar en cuenta que la salud nadie la tiene comprada, mi hermano.

—¿Dónde está ahorita el candidato?

—No sé su estado de salud, sé que no está en condiciones de salud para estar presente.

Después de la acalorada discusión, Miguel Ángel Huepa optó por regresar al hotel sede del debate, para ver si había la posibilidad de hacer el debate sin la candidata suplente priista.

Ante esta situación, en breve entrevista con este medio, la consejera municipal Rocío Vicens Azcal señaló que era ilegal que la suplente debatiera.

—¿Es legal que la suplente debata?

—No.

La expulsión
Tras media hora de sesionar a puerta cerrada, integrantes del consejo municipal electoral determinaron que no podría debatir la suplente, ya que así no lo marcaba la ley en el artículo tercero del código electoral.

Lizeth Gallegos salió a explicarlo a los seguidores de la coalición 5 de Mayo, y reconoció que fue expulsada del recinto, donde finalmente debatieron Miguel Ángel Huepa y el candidato del PT, Estanislao Álvarez Blanca.

De esta manera, los más de 200 priistas que se aparecieron en el recinto desaparecieron inmediatamente con las cabezas agachadas ante la derrota jurídica.