La mañana de este viernes en las instalaciones del Seminario Palafoxiano, el arzobispo de Puebla, monseñor Víctor Sánchez Espinosa, se reunió con sacerdotes de 14 municipios del estado de Puebla con altos índices de marginación.
Los religiosos se reunieron con el delegado federal de la Sedesol, Juan Manuel Vega Rayet, quien los informó sobre los programas que la Federación aplica en la denominada Cruzada Nacional contra el Hambre.
El delegado federal rechazó que este acuerdo con la Iglesia católica represente una violación del principio histórico de la separación del Estado y la Iglesia. El funcionario justificó la inclusión de la Iglesia en la Cruzada contra el Hambre en Puebla. Vega Rayet afirmó que se invitará a otras confesiones religiosas, “(…) además de estar enfocados en la fe ven por el desarrollo de sus comunidades”.
Al cónclave al que acudió a la biblioteca del Seminario Palafoxiano, el delegado de Desarrollo Social en Puebla también asistieron los líderes religiosos de las diócesis de Tehuacán, Tulancingo y Puebla, diócesis que abarcan 14 municipios en marginación.
En el mapa eclesiástico, la Diócesis de Puebla incluye los municipios de Puebla, Atempan, Atlixco, Camocuautla, Huitzilan de Serdán y San Andrés Cholula. De la Diósecis de Tehuacan son los de Vicente Guerrero, Tehuacán, Zoquitlán, San Antonio Cañada, Ajalpan. De la Diócesis de Tulancingo son los municipios de Huauchinango y Xicotepec de Juárez.
El delegado Vega Rayet y los clérigos coincidieron en difundir los programas asistencialistas de la secretaría que se incluyen en el megaproyecto federal de la Cruzada Nacional contra el Hambre.
La estrategia de la cruzada busca la inclusión y bienestar social de carácter nacional, que busca garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición de los 7.4 millones de mexicanos que hoy viven en condición de pobreza extrema, y contribuir al ejercicio pleno de su derecho a la alimentación.
La estrategia parte de los principios de la coordinación entre las diferentes dependencias de la administración pública federal y de una alianza con la sociedad civil y el sector privado. Con un carácter multi-anual, tendrá objetivos de corto, mediano y largo plazo que permitan evaluar logros e identificar oportunidades, y adoptará preceptos de rendición de cuentas, transparencia y responsabilidad.
En el encuentro con los sacerdotes se informó que los de los municipios con más elevado índice de marginación y pobreza podrán realizar reuniones para informar a los devotos en los espacios religiosos para difundir los programas de la Secretaría de Desarrollo Social como 65 y Más, Seguro para Jefas de Familia y Oportunidades.
El delegado acotó que la participación de la Iglesia católica no implica que habrá preferencias para los creyentes de esta fe.
El funcionario poblano planteó que los sacerdotes de la Iglesia católica que difundirán los programas federales en las comunidades de altos índices de pobreza y marginación serán un “colaborador más”.
Los municipios donde la Iglesia católica, en sus instalaciones religiosas como templos y oficinas parroquiales, a través de los sacerdotes difundirán los programas sociales de la Cruzada contra el Hambre son Tehuacán, Tulcingo, Atempan, Atlixco, Camocuautla, Hutzilan de Serdán, San Andrés Cholula, Vicente Guerrero, Zoquitlán, San Antonio Cañada, Ajalpan, Huauchinango y Xicotepec de Juárez, en todos ellos los índices de pobreza y marginación son elevados.
El pasado 29 de agosto el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, se sumó a la iniciativa del gobernador Rafael Moreno Valle Rosa, quien instaló el Consejo Nacional de la Cruzada Contra el Hambre, capítulo Puebla, junto con Rosario Robles Berlanga, titular de la Sedesol a nivel nacional, señala la página web de la Arquidiócesis de Puebla.
Dicho Consejo Nacional tendrá la participación de organizaciones sociales, empresariales y religiosas, como es el caso de la Arquidiócesis de Puebla. Al respecto, el gobernador del estado expresó que será un consejo plural conformado con personas experimentadas para que, con sus propuestas, fortalezcan el trabajo a favor de los más necesitados.
El titular del Ejecutivo poblano destacó que en los 14 municipios contemplados en este programa se han ejercido inversiones estatales y municipales en educación, salud y desarrollo rural por mil 736 millones 695 mil pesos. Por su parte, Rosario Robles señaló que las reformas que propone el presidente Enrique Peña Nieto serán fundamentales para generar riqueza y abatir pobreza.
“Sería un grave error pensar que este tema le corresponde sólo al gobierno, sino también a la sociedad, por ello celebró la creación de este consejo donde hay hombres y mujeres destacados, exitosos, comprometidos, como es el caso del arzobispo de Puebla Víctor Sánchez Espinosa, quien conoce cada región del estado y actúa como gestor en la solución de diversos asuntos”, señaló el gobernador.
Respecto a la creación de este consejo, el vicario episcopal de Pastoral Social, Rutilo Romero Pérez, indicó la aportación de la Iglesia poblana será a través de Cáritas y del Banco de Alimentos. Señaló que aunque todavía no hay una fecha concreta para iniciar, ya se encuentran elaborando el plan de trabajo en donde serán cuatro líneas directrices las que seguirán para ponerla en marcha.
“La intención es contribuir en disminuir el hambre en algunos de los 14 municipios del estado de Puebla, principalmente en los que pertenecen a la Arquidiócesis; pretendemos crear un comedor popular; estaremos en contacto con las personas que existen en nuestro padrón del Banco de Alimentos y que son consideradas en pobreza extrema, para verificar si no reciben otro tipo de ayuda para que se les pueda seguir apoyando, y se trabajará en vinculación con las parroquias para elaborar un plan de trabajo de acuerdo a sus necesidades”, señaló el religioso el pasado 29 de agosto.