El senador panista Javier Lozano pidió a los legisladores perredistas que se den cuenta del riesgo que representa la Reforma Hacendaria que propone el Ejecutivo federal, al asegurar que sólo llevará a una profunda crisis, incluso de su futuro político; e indicó que en estos momentos tiene un cargo pero sus aspiraciones pueden ser locales o a nivel federal.
Durante una conferencia de prensa, Lozano Alarcón dio a conocer su posición en torno a la Reforma Hacendaria que propone Enrique Peña Nieto, e indicó que lo positivo es que recuperaron a Gustavo Madero, presidente nacional del PAN, luego de que éste aplaudiera hace exactamente un mes cuando el presidente presentó el documento.
Lozano Alarcón expresó que el PAN está actuando como oposición responsable y lo que habrá de impulsar es la Reforma Energética para generar el crecimiento del país.
Con severos señalamientos hacia el Gobierno Federal, el senador por Puebla calificó de pobre el desempeño y desvaneció la esperanza nacida con su triunfo electoral. “En cosa de nueve meses hizo trizas el mito de que el PRI sí sabe gobernar”.
Al respecto, precisó que la Reforma Fiscal de Peña Nieto —y avalada por el Consejo Rector del Pacto por México— no recaudaría lo proyectado y endeudaría al país, además de que restaría competitividad a la economía y, lo peor de todo, lastimaría severa e injustamente a las familias mexicanas de las clases medias.
El legislador señaló diversos puntos del documento del cual, dijo, el PAN lo va a rechazar tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores y explicó que la iniciativa del presidente de México plantea gravar con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a una tasa de 16 por ciento el pago de colegiaturas, los intereses y comisiones de créditos hipotecarios, la enajenación y arrendamiento de casa habitación y el servicio de transporte público foráneo. “Ah, también la goma de mascar (el chicle, pues), la venta de perros, gatos y pequeñas especies (mascotas), además de los productos procesados para su alimentación”.
Añadió que se propone aumentar la tasa de interés del Impuesto Sobre la Renta de 30 a 32 por ciento a las personas físicas con ingresos anuales de los 500 mil pesos. Y, para el caso de venta de casa habitación, también se reduciría el monto exento de 1.5 millones de Udis (aproximadamente 7.5 millones de pesos) a solamente 250 mil Udis (cerca de 1.2 millones de pesos).
Manifestó que la intención es cargarle la mano a quienes tienen cautivos: a los padres de familia que con gran esfuerzo forman un patrimonio para sus hijos a lo largo de los años y que, en ausencia de una educación pública de calidad se ven obligados a inscribirlos en escuelas privadas. Sobre ellos sería la peor carga de este intento legislativo que, definitivamente, no debe prosperar.
En cuanto a competitividad se refiere, manifestó que la iniciativa de Enrique Peña Nieto busca eliminar la tasa de 11 por ciento de IVA en la región fronteriza para aplicar la de 16 por ciento general. Eso, en pocas palabras, representaría un duro golpe a nuestros productores y comerciantes pues, al encarecer de un día para otro las mercancías, los consumidores optarían por ir del otro lado de la frontera para adquirir las mismas cosas pero a menor precio. Y tras ello vendría el cierre de empresas y la pérdida de empleos, entre otros males suficientemente conocidos y padecidos.
Javier Lozano advirtió que todo lo anterior, paradójicamente, lejos de propiciar una mayor contribución deprimiría el consumo interno y, por ende, la generación de ingresos tributarios. Eso en adición a otras medidas fiscales propuestas que se traducirían en menos inversiones de los particulares, nacionales y extranjeros. Es decir, no recaudarían lo que esperan.
Asimismo, cuestionó la eliminación el Impuesto a los Depósitos en Efectivo sería acabar con la única fuente de ingresos tributarios —3 mil 890 millones de pesos para el presente año— que se recauda de la informalidad y con un valioso instrumento para combatir el lavado de dinero.
Asimismo, se refirió a los ofrecimientos de campaña, y señaló que muy lejos de su oferta de mantener déficit cero en las finanzas públicas, ha anunciado un déficit (deuda) a razón de 1.5 del PIB para el año próximo. “Para que entiendan la dimensión: la recaudación esperada con la Reforma Fiscal en comento sería por el equivalente a 1.4 por ciento del PIB en 2014. ¿En qué quedamos? ¿Regresamos a las épocas de endeudamiento y de crisis recurrentes?”