El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, señaló que, de acuerdo con los párrocos de la zona oriente del estado, comienzan a agudizarse los problemas se inseguridad en los municipios de Chilchotla, Quimixtlán, Chichiquila y Guadalupe Victoria, por lo que indicó que sería necesaria una mayor vigilancia por parte de las autoridades estatales.
Durante la conferencia de los domingos, en la que anunció que los días 16 y 17 de noviembre habrá una jornada de boteo en las calles de Puebla, así como a la salida de los templos, a fin de recolectar fondos que apoyen la construcción del Santuario Guadalupano al interior del Seminario Palafoxiano, habló de los hechos en Guadalupe Victoria e indicó que él estuvo ese día de visita en ese municipio y se retiró aproximadamente 15 minutos antes de que ocurriera el asesinato de un comerciante.
Explicó que había tenido una reunión por la clausura del Santo Jubileo con fieles de diversas comunidades en el templo de Guadalupe Victoria, y posteriormente la gente comenzó a retirarse, e incluso él pasó por la calle principal, donde se registraron los hechos que generaron el descontento de la población.
Reconoció que sí se tiene conocimiento de que es un municipio difícil por los problemas de violencia que hay y lo que se pide es que la gente no trate de hacer justicia por propia mano.
Sánchez Espinosa indicó que ante la colindancia con Veracruz se ha presentado un corredor donde la situación se ha complicado, de acuerdo con los reportes de los párrocos de la zona. Reiteró que son Chilchotla, Quimixtlán, Chichiquila —ya en la colindancia con el vecino estado—, y señaló que en el caso de Puebla la gente quiere seguir viviendo en paz.
Advirtió que no se ha llegado a niveles como los de Michoacán, donde los obispos de las diócesis de Zamora, Apatzingán y Acámbaro advirtieron desde hace tiempo que se estaban presentando serios problemas de violencia.
Resaltó que la zona requiere de mayor atención por parte de las autoridades: “En este momento se encuentra difícil, además de que hay preocupación por parte de los párrocos”.
Dijo que se espera que haya una atención por parte de las autoridades y que vuelva la tranquilidad, que la gente esté tranquila en sus municipios.