Se ha convertido en un “misterio” la presencia de los elementos de la Gendarmería Nacional en Puebla, a grado tal que la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) mantiene hermetismo total sobre el caso.

Incluso, la coordinadora de Comunicación de la dependencia estatal —a cargo de Facundo Rosas Rosas— indicó que, sobre el tema, no habría posibilidad de entrevistas, ya que los directores no tienen permitido hablar con los medios de comunicación.

En tanto, Intolerancia Diario realizó un recorrido por las instalaciones de la Academia de la Policía Municipal, ubicada en la colonia Bosques de San Sebastián, donde los uniformados aseguraron jamás haber visto a uno de los elementos federales. “Aquí estuvieron bien poquito, como tres días y se fueron, ahorita estamos sólo nosotros, normalmente”, dijo uno de los uniformados que salía de las instalaciones.

Fue el 13 de diciembre cuando anunciaron la llegada de 150 elementos federales.

El objetivo era resguardar la seguridad en Puebla durante la temporada decembrina y hasta el 13 de enero, por lo cual se erogarían gastos de más de 2 millones de pesos, como lo declaró posteriormente el secretario de Seguridad Pública estatal, Facundo Rosas.

Supuestamente, los uniformados iban a estar desplegados en el centro histórico, así como en los sectores 2 y 3 del municipio, zonas comerciales, bancarias, de servicios, corredores turísticos y sitios de iluminación navideña de la colonia Centro.

En su momento, se informó que los dos niveles de gobierno se harían cargo de la alimentación y hospedaje de los cadetes, en la Academia Estatal de Seguridad Pública, ubicada en la 10 Poniente, entre 9 y 11 Norte.

Este martes, en la columna Contracara, el periodista Enrique Núñez reveló que llegaron los 150 cadetes que se hospedaron en la Academia Estatal de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, con domicilio en la 10 Poniente 904 del centro de la ciudad.

Pero estuvieron en dichas instalaciones sólo 72 horas, ya que carecían de los servicios más elementales que un elemento puede tener para su aseo personal, como agua potable, sanitarios y gas para bañarse con agua caliente. Además, de los 10 disponibles, cinco escusados no cuentan con palanca para jalar el agua y que fluya hacia el drenaje.

Asimismo, los dormitorios carecen de vidrios en las ventanas, por lo que el frío era insoportable, mientras que la comida era mala, a pesar de que se había presupuestado el gasto de desayuno, comida y cena.

Pero los elementos sólo disponían, para el desayuno, de atole de maicena, pan de dulce y huevos con jamón. En la comida, espagueti o arroz, una naranja y un frutsi. En la cena, pan de dulce y café, lo mismo que se les da a los municipales y estatales.

Además, se reveló que la empresa encargada de servir los alimentos fue banquetes Casa Álvarez, cuyo propietario es compadre de Alberto Valencia Velasco, coordinador general de Administración.

Esta empresa particular es la que le está dando la alimentación a los tres Centros de Reinserción Social del estado: el de San Miguel, con 3 mil 926 internos; Tepexi, con 968 internos, y Ciudad Serdán, con 541 internos.

Ante esta situación, a las 48 horas de haberse instalado los cadetes federales en Puebla, tras las quejas, el mando de la Gendarmería Nacional se comunicó a la Comisión Nacional de Seguridad, División Gendarmería Nacional, para enlistar las anomalías que se estaban suscitando.

Fue entonces cuando se les ordenó que se retiraran de la famosa Academia Estatal de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, que dirige Mario Enrique Ramírez Olguín, director general de Planeación Estratégica y Desarrollo Institucional.
 
La diferencia
El 24 de diciembre se informó que la Gendarmería Nacional tenía presencia en varios puntos del país como Acapulco, Puebla, Monterrey, Cuautitlán, Ecatepec y Chalco, y en la delegación Tlalpan y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Manuel Mondragón y Kalb, comisionado nacional de Seguridad, anunció que la operación en pleno de la corporación comenzará en julio del próximo año con cinco mil elementos.

Y es que 41 mil 782 policías federales han recibido capacitación en el primer año del sexenio del presidente de México Enrique Peña Nieto. Además, 870 agentes federales fueron capacitados en el extranjero

“La Gendarmería hace su primera aparición en diversas ciudades del país aprovechando esta temporada vacacional, con el propósito de que los cadetes, en su etapa de formación, puedan ser observados en su labor de acercamiento y atención a la ciudadanía”, explicó aquel día ante Peña Nieto durante una ceremonia.

“Con afecto y gratitud, y a nombre de todos mis compañeros, la Policía Federal, la futura Gendarmería, no le van a fallar a usted, pero sobre todo, no le van a fallar a México, señor presidente”, dijo.

Mondragón y Kalb explicó que en el primer año de gobierno han sido capacitados 41 mil 782 policías federales, “prácticamente toda la corporación”; de ellos, destacó que 870 lo hicieron en el extranjero.

“En esta situación, permítame destacar la presencia de los futuros gendarmes en las ciudades de Acapulco, Puebla, Monterrey; en la delegación Tlalpan del Distrito Federal; en los municipios de Cuautitlán Izcalli, Ecatepec y Chalco, y en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”, detalló.

Manuel Mondragón dijo que “durante la presente administración capacitamos a 41 mil 782 policías federales; prácticamente toda la corporación. Destacamos, de ello, 870 que lo hicieron en el extranjero. Se impartieron cursos de especialización en temas como derechos humanos, cultura de la legalidad, equidad de género y sistema penal acusatorio.

En el estado de Guerrero, ante la temporada vacacional de diciembre, la Comisión Nacional de Seguridad envió a 400 cadetes de la Gendarmería a la zona turística de Acapulco.

Con uniforme y en grupos de cuatro o cinco, los jóvenes recorren la costera Miguel Alemán y realizan encuestas afuera de los principales centros comerciales para saber cuál es la percepción sobre la inseguridad.

En Tlalpan hay presencia de cadetes en los accesos carreteros, principalmente en la autopista México-Cuernavaca.
Pero, en Puebla, nadie los ha visto.