Los habitantes de la junta auxiliar de San Miguel Canoa cumplieron al gobierno del estado de Puebla la amenaza de no permitir las votaciones del pasado domingo, luego de un desafío enviado con semanas de anticipación, en el que afirmaron que no permitirían las votaciones porque en el proceso estaba la intención abierta de las autoridades estatales de imponer candidatos que trabajan en el gobierno y que tienen un historial que los vecinos rechazan en sus autoridades.

Encabezados por las mujeres del pueblo y con la clara decisión de no permitir las votaciones, los habitantes de la población, que con el paso de las horas crecieron en número, cumplieron con su amenaza y lograron que el plebiscito se fuera a elecciones extraordinarias, aunque ahora solicitan que la autoridad permita la participación libre de todos los aspirantes que así lo deseen.

Desde muy temprana hora del domingo pasado, los habitantes de la junta auxiliar San Miguel Canoa cerraron el acceso principal al pueblo y afirmaron que en el lugar no habría votaciones si no se permitía participar en la contienda a la totalidad de los aspirantes que solicitaron registro, pero que al final se les negó por incumplir con la totalidad de los requisitos. “Canoa no se vende”, fue el clamor popular que se presentó creciente, hasta que llegó el representante de la Secretaría de Gobernación, Froylán Barragán, coordinador de la Oficina de Atención a Presidentes Municipales del gobierno del estado de Puebla, quien de manera inmediata fue retenido por la población y lo obligaron a suspender oficialmente el plebiscito y pegar una cartulina con el mandato formal.

Aunque esa demarcación auxiliar tiene el estigma de conflictivos y de confrontación, los habitantes dejaron en claro que la manifestación que realizaron el día de ayer fue pacífica, pero pidieron respeto a sus usos y costumbres: “No permitiremos la votación, pero pedimos a las autoridades que respeten nuestros derechos constitucionales, les vamos a demostrar que tenemos educación”.

A decir de los pobladores de esa comunidad indígena, 80 por ciento de los habitantes están en contra de la imposición de un “candidato de Estado”, por eso afirmaron que si no hay paz para el pueblo no habrá paz para el gobierno, por eso aprovecharon la oportunidad para preguntar al estado: “¿Dónde está la democracia? El gobierno no decide por nosotros, vamos a cerrar urnas y quemarlas y llevamos por delante de nosotros al representante de Gobernación”, dijeron los habitantes de San Miguel Canoa.