Estar en el momento equivocado, en el lugar equivocado, convirtió a José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo —de 13 años— en un daño colateral del enfrentamiento entre policías estatales y manifestantes de la comunidad de Chalchihuapan.

Elia Tamayo Montes vive momentos de angustia a las puertas del Hospital General del Sur, en donde convalece su hijo, lesionado de gravedad durante una gresca de la que nunca imaginaron formar parte.

En entrevista para Intolerancia Diario, la mujer de 37 años de edad relató que los policías estatales aventaban “cosas” que detonaban, para luego ver cómo su hijo caía inerte.

Esta declaración coincide con un comunicado emitido por la Comisión de Derechos Humanos de Puebla (CDH-Puebla), donde se señala a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal como los culpables de la lesión que mantienen al niño en terapia intensiva.

La tarde del pasado miércoles se registró un fuerte enfrentamiento entre elementos de la Policía Estatal Preventiva y manifestantes de distintas comunidades de la zona de Chalchihuapan, en contra de la desaparición del Registro Civil en las juntas auxiliares.

El saldo del zafarrancho fueron 49 lesionados, 47 de ellos policías y dos civiles, entre ellos el niño; 11 de los 49 lesionados se mantienen como graves y dos de ellos en prioridad roja: José Luis y un policía estatal.

Hasta el momento, dos personas siguen graves, en prioridad roja. Ocho en amarilla; además, se dio de alta a un Policía Estatal y las tres personas que estaban en “prioridad verde” salieron del hospital. El resto no requirió internamiento, sólo fueron golpes que no ponen en riesgo su integridad física.

La angustia

Elia se mantiene en vela en la zona de urgencias pediátricas desde el miércoles a la espera de una buena noticia, sin poderse comunicar con sus familiares, ya que no sabe utilizar un teléfono celular que le prestó su hermana.

Apretar un sólo botón para contestar el aparato es lo único que aprendió para recibir llamadas esporádicas de sus parientes.

Sus ojos rojos e hinchados por tanto llorar y no dormir son señales de la preocupación que la mantienen en vilo sin querer separarse de la sala de espera del nosocomio, ni siquiera unos metros para ir a desayunar.

A la familia Tamayo unos segundos le cambiaron la vida. Tuvieron la mala fortuna de cruzar un terreno en los momentos en que se desarrollaba la gresca.

Un objeto, aún no definido, se impactó en la cabeza de José Luis. Con un paso antes o después no serían parte de esta historia.

Junto con su hijo, la joven mujer caminaba con destino a un campo de cultivo en donde trabajan como jornaleros, actividad que formaba parte de su rutina diaria.  

Al salir de la escuela, José Luis vio a su madre, que lo esperaba, y emprendieron juntos el camino. Minutos después, el menor era trasladado al hospital, sin saber a ciencia cierta lo ocurrido, sólo podía observar que un pedazo de su cabeza se había desprendido.

“Los granaderos estaban aventando cosas que explotaban y cuando yo oí eso mi hijo cayó de un lado, yo venía de cinco metros”, señaló en entrevista para Intolerancia Diario.

—¿Venia atrás de su hijo?
—Sí
—¿Pero fue desde de los granaderos?
—Sí, desde ahí porque yo sé que estaban aventando, que estaban agrediendo a las personas. Estaban tronando bastante
—¿Tenía su hijo alguna quemada?
—Pos’orita cuando yo le vi la herida le voló un pedazo.
—¿Le han dicho algo del gobierno del estado?
—Me vino a ver uno en el primer día, me dijo que iba haber todos los apoyos.
—¿Cómo se están portando con usted, le están dando buena atención?
—Sí
Explicó que su familia es de campesinos, que trabajan como jornaleros, solamente cuando hay temporada de siembra o cosecha. “Trabajamos cuando nos ocupan”.
—¿Iban a alguna labor?
—Sí, en el campo, y por ahí cerca de que sucedió esto.

Comentó que José Luis cursa el segundo año de secundaria, además de tener cuatro hijos también en edad escolar.
—¿Usted mantiene a todos?
—Sí, pues mi esposo está lejos, él es de Orizaba, ahí trabaja nomás de cortar café, también lo poco que me va dando siquiera para los niños. Aunque sea poco, ya que ve que las colegiaturas son un poco elevadas, tengo dos que van a la secundaria, otros dos van a la primaria, uno en quinto y uno en tercero.

Relató que en estos momentos de angustia su madre se está haciendo cargo de los menores, mientras ella espera la recuperación de su hijo.
Según el reporte médico al que tuvo acceso este medio, la lesión del menor es un traumatismo craneoencefálico que requirió una operación quirúrgica la noche del miércoles.

Hasta el momento el menor ha respondido bien a la cirugía, aunque se mantiene en la sala de cuidados intensivos de la zona de urgencias pediátricas del Hospital General, con pronóstico reservado.

Derechos Humanos

Por la mañana del jueves, la Comisión de Derechos Humanos de Puebla emitió un comunicado poco común en lo que va de la administración de Adolfo López Badillo.

En el mismo se destaca la declaración de Elia Tamayo, donde acusa a la Policía Estatal de ser la culpable de las lesiones de su hijo.

“La madre del menor describió la forma en que ocurrieron los hechos, por lo que señaló a la Policía Estatal como la autoridad responsable de la agresión donde resultó lesionado su hijo”, señala el texto del boletín 77/2014.

Indica que, como parte de las diligencias realizadas por visitadores adjuntos de la CDH-Puebla, recabaron la queja de la madre del menor que resultó herido en los hechos acontecidos el 9 de julio.

Revela que los visitadores, asociados de un médico legista, se constituyeron la noche del miércoles en el Hospital General del Sur para conocer la situación del niño, cuyo diagnóstico forma parte de la queja de oficio identificada con el número de folio 2475.

“Con esta queja, la CDH Puebla dará continuidad a la investigación iniciada de oficio por los hechos, con el fin de establecer las violaciones a derechos humanos que se pudieron haber cometido y hace patente el compromiso de resolver como jurídicamente corresponda el presente caso”, terminó el comunicado. 

El reporte

El reporte oficial, en poder de Intolerancia Diario, señala que se registraron en total 49 lesionados, 47 de ellos elementos de la Policía Estatal y dos civiles, entre ellos el menor José Luis, y otra persona internada en el Hospital General de Cholula.

Los cuadros clínicos de los civiles lesionados son de muy grave o prioridad roja, en el caso del niño de 13 años, y de grave o estatus amarillo de la persona internada en Cholula.

Los policías lesionados están siendo atendidos en el Hospital del ISSSTEP, solamente uno de ellos, de 23 años de edad, es considerado de prioridad roja o muy grave, quien presenta traumatismo torácico-lumbar.