El pasado 9 de julio, al filo de las 14 horas, Hugo Jiménez había acudido por su hija y su esposa.

El poblador intentó llegar a su hogar en San Bernardino Chalchihuapan, acompañado de su familia.

A esa hora, la autopista Puebla-Atlixco estaba cerrada.

La policía estatal, armada con escudos y lanzaderas de gases lacrimógenos, había acordonado la zona y se mantenía sobre la cinta asfáltica.

Para llegar a su casa, Jiménez y su familia debían pasar hacia el puente de la autopista, que comunicaba al poblado.

“¡Nos tiraron a quemarropa, nos querían matar!”, aseveró Hugo Jiménez.

El hombre perdió el ojo izquierdo debido al impacto de un proyectil metálico disparado por la Policía Estatal durante la represión del 9 de julio en la autopista Puebla-Atlixco.

El testimonio de Hugo Jiménez conmovió a los estudiantes y activistas en el auditorio de la Facultad de Físico Matemáticas de la UAP.

Primero, cuenta su situación anímica:

—Aquí estoy. En pocas palabras, mal lo que el gobernador mandó hacer en Chalchihuapan. A mí me tocó. No tengo muchas palabras.

Se hace un silencio en el auditorio. En la primera hilera estudiantes y periodistas intentan poner más atención en el salón repleto. Algunos se levantan de sus asientos para tomarle fotografías al hombre que perdió un ojo en la refriega policiaca de Chalchihuapan.

“Tengo ganas de seguir adelante —recupera el aliento Hugo Jiménez— y lo que sí también es que vamos a echarle ganas, en verdad”.

El hombre se presentó en el Foro por la Libertad de los Presos Sociales y contra la Represión.

En su testimonio, Jiménez contó que en el enfrentamiento los policías lo persiguieron, armas en mano, a él, a su hija y esposa.

—Agárrenlo a él

Jiménez corría pero iba volteando.

—Me estaban apuntando con un arma.

—Ya no pude bajar. A la hora que volteé, mero escucho el disparo, veo que viene con gas, me tocan el ojo.

Al momento del impacto del proyectil, Jiménez reacciona.

—Vi con el otro. Un cilindro cromado rebota, cae, pierdo el conocimiento. Se me fue todo. Fue muy rápido —apresura su relato—. 
Fue algo duro para mí porque estuve muy mal. Perdí el conocimiento, ni supe nada. Después, en la clínica de mi pueblo me preguntaron cómo me llamo, qué día es hoy. Yo mismo no supe. Pues así fue. Fueron momentos para mí muy largos, y a la vez corto.

La participación de Jiménez es despedida con aplausos. Y alguna gente se pone de pie.


A destacar
En Barcelona se conformó el colectivo Stop Balas de Goma debido a que la utilización de las mismas al ser disparadas de manera directa al cuerpo de las personas provoca lesiones en zonas sensibles del cuerpo como la cabeza, el cuello y los ojos.

Ciudadanos que han sido alcanzados por balas de goma han perdido algún ojo, reporta la agrupación catalana Stop Balas de Goma.

En Barcelona se promueve la campaña Stop Balas de Goma. Policías ocupan este tipo de armamento para dispersar manifestaciones. Pero manifestantes han perdido partes vitales como sus ojos debido al uso del llamado “armamento no-letal”.