La empresa Impulsora Ecológica Barragán, concesionaria del único verificentro en la ciudad de Puebla, ya había sido sancionada por el gobierno del Distrito Federal con una suspensión y ahora nuevamente es suspendida por Profeco.

En esta ocasión en Puebla le detectaron tickets de pago en inglés, sin mayor referencia, además de la inexistencia de letreros informativos de los costos de los servicios, lo que motivó a la suspensión de sus actividades.

En agosto de 2013, la sanción contra esta empresa fue impuesta por la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal, a través de la Dirección Ejecutiva de Vigilancia Ambiental, por incumplir con brindar la conexión necesaria para que la dependencia realizara un monitoreo y vigilancia de sus operaciones.

Ahora, poco más de un año después, son sancionados en Puebla por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), por no garantizar a los ciudadanos sus derechos mediante diversas irregularidades.

En rueda de prensa, el delegado de la dependencia federal, Carlos Hernández Hernández, señaló que simplemente se procedió contra el establecimiento debido a que no estaba garantizando un buen servicio.

Además, fue determinante de que hasta que no se regularicen las anomalías detectadas seguirá cerrado el establecimiento.

Explicó que la verificación del verificentro fue debido a algunas denuncias de consumidores, donde se comprobaron las irregularidades con que inició operaciones el verificentro.

Señaló que al mediodía del pasado martes se les dio solamente autorización de dar el servicio a las personas que estaban formadas, pero desde este miércoles se suspendió tota actividad.

Señaló que en caso de que haya un desacato e inicien operaciones sin la debida acreditación ante Profeco, se interpondría una denuncia penal ante el Ministerio Público Federal, por las violaciones a los sellos de la dependencia del Gobierno de la República.

“Nos percatamos que existen diversas violaciones en el comportamiento comercial de la empresa, una de ellas, no publicitar los precios de los servicios, los que deben estar a la vista del consumidor, sus modalidades.

”Al momento de hacer el cobro del servicio, no dan un comprobante con la información necesaria a los consumidores, en el ticket ponen solamente la cantidad que están cobrando, pero no el concepto”.

Dijo además que las cifras puestas en los comprobantes de pago no señalan si se trata de pesos o dólares o cualquier otra moneda, además de que está escrito en un idioma extranjero.

“El texto del ticket viene en el idioma inglés y la Ley Federal de Protección al Consumidor obliga que sea en español, no dicen quién lo expide, cuál es su proveedor, es decir, no da los elementos de certeza al consumidor para hacer valer sus derechos en caso de que se vean afectados”, añadió.

Señaló que por lo anterior se determinó a proceder como medida precautoria a suspender la actividad comercial. “Ayer a la gente que ya tenía una cita previa los dejamos que las desahogaran, pero una vez pasando esto, no pueden realizar actividades comerciales, es decir, tienen que estar suspendidos.

”No pueden realizar actividades en tanto no subsanen las irregularidades, omisiones o violaciones”, dijo al señalar que no han acreditado mediante una promoción por escrito que han subsanado las deficiencias.

Indicó que únicamente se ha verificado el centro de verificación de Puebla, aunque dejó latente que irían a supervisar los otros tres instalados al interior del estado.

—¿El verificentro estaba prestando un servicio irregular?

—Yo no sé si es irregular, eso depende de la Secretaría del Medio Ambiente en todo caso, yo lo que le puedo decir es que no estaba cumpliendo con las disposiciones que protegen los derechos de los consumidores.

—¿Podrían visitar los demás?

—Si se puede, no estamos impedidos, no le digo que lo vamos a hacer, sino que vamos a determinar en su momento la procedencia de la visita.

Sin actividad
En un recorrido hecho por Intolerancia Diario, se comprobó que las puertas siguen cerradas con los sellos de clausura, mientras que el personal espera afuera de las instalaciones en espera de instrucciones.

El mismo personal es el que está informando a los automovilistas que este día no habrá servicio de verificación, ya que no hay hora para que la Profeco levante la clausura, por lo que mejor los invitan a regresar mañana.

Señalaron que este día solos se entregaron a las 7 de la mañana 300 fichas que se ocuparan hasta este jueves, pero si se llega a abrir en el transcurso del día, los automovilistas se atenderán como vayan llegando.

Mientras tanto, decenas de automovilistas, ante la falta de información, sobre todo de la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (SDRSOT), sigue llegando a hacer fila para cumplir con la verificación.

La clausura se realizó desde el mediodía de este martes, debido a la falta de precios a la vista al público de los servicios que otorga el establecimiento que apenas abrió el pasado 1 de noviembre.

Fue apenas en su cuarto día de actividades cuando la Profeco clausuró las instalaciones del único verificentro que está funcionando en la ciudad Puebla.

De este modo, funcionarios de la dependencia federal llegaron la tarde de este martes a colocar los sellos de suspensión en el inmueble ubicado en la 25 Oriente 1812.

El verificentro opera en horario de 8 a 20 horas de lunes a domingo, para atender hasta 480 automóviles por semana.

El costo del holograma uno, para unidades con antigüedad de entre nueve y 15 años, es de 250 pesos.

El de doble cero, que se entrega a automóviles con antigüedad de entre cero y dos años, es de 650 pesos; y el holograma cero, para vehículos con una antigüedad de entre dos y ocho años, es de 450 pesos.

Cabe recordar que desde el sábado pasado iniciaron actividades con aparato descompuesto y con citas escritas en pedazos de papel a mano, mal cortado de un rollo de máquina registradora.

Esto generó largos tiempos de espera de hasta tres horas, todo ayudado por una máquina con deficiencias, en un verificentro a medio terminar, notorio por dos líneas vacías sin maquinaria.

Simplemente no se ha dado abasto el único verificentro ubicado en la ciudad de Puebla, en el primer día del regreso de las verificaciones para comprobar que automóviles particulares no estén contaminando.

Ha sido tal la afluencia de automovilistas, que los empleados del establecimiento —algunos con uniforme, otros sin acreditarse— tuvieron que improvisar fichas para ser entregadas a los automovilistas para que regresaran al siguiente día.

Las fichas fueron hechas con un rollo de papel, en la cual simplemente un joven apuntaba el número de placa y ponía la hora en que se podría regresar a la verificación todo a mano y sin sellos de la dependencia o la misma negociación, con la promesa que ya no harían fila.

Por lo tanto, los automovilistas primero tienen que hacer una fila con el automóvil a verificar, para solamente que les entreguen el papelito y regresar después. No se entregan fichas a automóviles que no se lleven.

“El trámite fue muy tardado, en verdad llegamos como nueve y media y nos dijeron que ya no había fichas”, comentó una mujer que conducía una camioneta, la que no pasó la verificación.

Ya no había fichas
—¿Hay fichas?

—Exactamente, nadie avisó, se suponía que era como fuéramos llegando, pero no, ya no había fichas, entonces si le comenté al joven que en ningún lado habían dicho que era por fichas y que ya estábamos aquí, y lo más correcto era que pasáramos.

“Nos hicieron hacer la cola y todo, nada más están manejando tres máquinas, de las cuales una está descompuesta, porque todos los que han pasado por ahí los han regresado”, señaló, molesta, al pedir anonimato.

“Llegue desde 9:30, vea qué hora son, y me falta verificar un coche”, dijo al señalar el reloj que marcaba más de las 13 horas de este sábado.
“La gente es amable, pero de qué me sirve si no pasan los coches, no estuvo bien estructurado esto”, continuó.

“Los políticos traen automóviles de lujo, grandes camionetas 2015. ¿Usted cree que no me gustaría traer una 2015 para que pase? Pero no es justo, a los ciudadanos nos están atornille y atornille”, comentó otra persona que esperaba junto con la mujer.

“Mi primera unidad no pasó, nos dijeron que teníamos 30 días, pero pasó el de atrás un 2011 y también no aprobó, entonces se dieron cuenta que la máquina está mal y pedimos que por favor lo volvieran a revisar.

”Nos dijeron que viniéramos la siguiente semana y pasábamos sin fila, pero les dijimos que ya estábamos acá, porque no es nuestra culpa”, añadió al señalar que en la otra máquina sí aprobó, mientras seguían rechazando a los que se dejaban.

“No es justo, aunque parece poco nos subieron de 215 a 250 pesos, pero esto nos afecta, ya nos subieron el agua, la luz, la gasolina. ¿Por qué los políticos no se bajan su nivel de vida, como teléfonos celulares, vacaciones, bonos, cuotas, escoltas, y nos dejan en verdad a los que en verdad trabajamos honradamente salir adelante?”, señaló.