En cerca de cuatro años sexenio del gobierno de Puebla, se han registrado 19 de los 30 crímenes de odio registrados por organismos no gubernamentales LGBT (lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) y más de 180 agresiones en los municipios más grandes de Puebla.

Brahmín Zamora Salazar, miembro del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos, detalló que los 30 homicidios que han registrado han sido por notas periodísticas, los cuales 2 fueron en 1996.

Posteriormente se dejaron de documentar hasta el 2005, tiempo en que se registraron al menos 10 homicidios contra gente LGBT hasta el 2011. Desde aquel año han documentado por lo menos 19 crímenes de odio, señaló.

Detalló que hasta mayo 2014 no se ha registrado ningún homicidio de este tipo, por lo que esperan una respuesta del procurador Víctor Carrancá Bourget, para analizar la real situación, ya que muchos de los crímenes no salen a los medios de comunicación.

Indicó que se debe revisar si los ministerios públicos están integrando los asesinatos como crímenes de odio, agravante conseguida en 2012, en razón de género y si los jueces lo están tomando en cuenta en sus resoluciones.

Homofobia tehuacanera

Por su parte, Onan Vázquez Chávez, representante de la organización “Vida Plena Puebla”, informó que han registrado por lo menos 180 agresiones contra grupos de trabajadoras o trabajadores sexuales tan sólo en los municipios de Tehuacán y Puebla.

Sin embargo, sólo uno de ellos ha llegado a una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) en contra del ayuntamiento tehuacanense.

Detalló en entrevista que la ONG está realizando un diagnostico en Puebla y Tehuacán de la situación de las personas transgenero que además se dediquen al trabajo sexual, donde han descubierto que las condiciones son en medio de la violencia.

Detalló que en el caso documentado ante la CEDH, fue una violación de los derechos humanos muy grave de parte de la policía municipal de Tehuacán y su control sanitario.

“La cacería contra esta persona fue muy grave por todos los prejuicios y lo que rodea el trabajo sexual, comenzó una persecución y ella tuvo que salir huyendo de Tehuacán por este acoso, ya que las presiones fueron múltiples”.

“Desgraciadamente lo que hemos detectado es que la violación de derechos humanos hacia ciertas poblaciones de la diversidad sexual es más aguda y esperamos precisamente que esa resolución de la CEDH considere todos los elementos como la estigmatización y la estructura que la sostiene”, dijo.

Detalló que el acoso de las autoridades municipales tenían constante persecución, detenciones arbitrarias, no le daban derecho a fianza, más tiempo en las retenciones. “no le permitían por ejemplo que recibiera alimentos”

“Una serie de violaciones a los derechos humanos, por eso es necesario que esta sistematización de la violencia disminuya”, señaló.

La caminata draga

El Comité Orgullo Puebla contra la homofobia, donde exigirán que se publique la Ley contra la Discriminación y su reglamento

Además se exige al Congreso estatal que inicie  la discusión de la Iniciativa Agnes Torres, la que pretende legalizar el cambio de nombre o identidad a una persona transgenero

Desde el año 2005 se conmemora en muchas partes del mundo el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia. En nuestro país a partir de este 2014 se conmemora el Día Nacional de Lucha contra la Homofobia, oficialmente.

La homofobia es un problema social que no afecta sólo a un determinado grupo social, sino que es una práctica que regula identidades de género, actos misóginos y machistas y genera el rompimiento del tejido social llegando a las formas más brutales de violencia: los crímenes de odio.

Me llamo Agnes Torres

Extracto del artículo de Sanjuana Martínez

Soy psicóloga, soy investigadora. Mi participación en la vida cotidiana es tratar de cambiar mi entorno. Creo que mi compromiso en realidad ha sido cambiar ciertas cosas que a mí no me gustan.

La brisa de esta mañana del 9 de marzo entra por mi ventana. Me levanto, me baño y empiezo a arreglarme para salir. Me peino y me plancho el pelo.

Me pongo mi crema, y luego el maquillaje. Cierro un ojo para delinear el otro y después el rímel.

(…) Nací en Tehuacán, Puebla en 1983. Mi madre se sintió feliz. Era un bebé hermoso y sano. Decidió darme el nombre de Abraham.

Descubrí, desde muy pequeña, que era mujer, como si algo dentro de mí lo gritara. Estaba en el cuerpo equivocado. Conocí muy pronto la palabra intolerancia. Y algo que se llama homofobia y luego transfobia. En la escuela se burlaban de mí. Recibí todo tipo de insultos y agresiones, incluso en la pubertad, tres chicos me violaron, chicos de buena familia contra quienes nada pudimos hacer. Mejor nos fuimos de allí. La justicia en México no existe.

(…) En la adolescencia corregí el error. Volví a nacer bajo el nombre de Agnes Torres Hernández. Me fui a vivir a otro lugar. Quería volver a empezar. Estudié Psicología en la Universidad de Veracruz. Terminé mi carrera con mención honorífica. Por mi situación identitaria nunca pude obtener mi título. Es injusto ¿verdad?

Voy a cumplir 29 años. Tengo pacientes en mi consulta, pero necesito más dinero. Hace unos días empecé a trabajar de mesera en un bar. Hoy tengo una fiesta.

Sé que voy a morir. Me hacen daño, mucho daño. ¿Por qué me odian? ¿Por qué me quieren matar? Me queman el rostro. Mi cara no, por favor. Me maltratan sin piedad.

La tortura es eterna. Cuánto odio destilan contra mí. Finalmente una navaja deslizada en mi cuello acaba con mi vida. Me meten en una bolsa negra de plástico, de esas que utilizan para la basura. Me tiran en un barranco de Atlixco. Nadie merece morir así. 

Ahora me veo en una plancha de acero. Es el anfiteatro. Llevo aquí 48 horas. Nadie ha venido a identificarme. De pronto veo entrar a mis familiares. Aquí están. Lloran. Les muestran mi cara. Pero no me reconocen con tantas quemaduras. Mi madre, Vinicia Hernández, ve algo y reacciona. Es mi lunar en el cuello, mi hermoso lunar.

El funeral es multitudinario. Están integrantes de la comunidad Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexual, Transgénero e Intersexo (LGBTTI), así como  mis amigos y familiares.

Mi mamá está desolada. Ella que me apoyó siempre, que aceptó enterrar a su hijo Abraham, ahora sepulta a su hija Agnes: "A mi hija siempre le costó mucho vivir; luchó por existir", dice con infinita tristeza. Mi pobre madre.

Soy la sexta. En dos meses han asesinado a seis homosexuales o transexuales en Puebla. En siete años ha habido 700 crímenes de odio en México. ¿Hasta cuándo?

Sé que algún día México cambiará. Ustedes son mi relevo. Y lo lograremos. Soy necia, sé que un día tendré identidad oficial que corresponda a mi identidad sexual.