El preso político Antonio Víctor Montes Contreras, uno de los detenidos en el zafarrancho de Chalchihuapan, quien falleciera el pasado martes, fue entrevistado por Intolerancia Diario el 11 de agosto de 2014, apenas dos días después de su liberación.

El ayudante de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) resaltó entonces el mal estado de salud con el que salió de prisión, al sufrir ataques de ansiedad, crisis nerviosas y dolor de cabeza concurrentes.

El día de la entrevista, en la que relató cómo fue detenido, recordando momento a momento los minutos, horas y días que pasó en prisión, al grado de sufrir ataques de ansiedad por lo vivido.

Reconocido en los medios por su enorme bigote entrecano, señaló que aquel 9 de julio se dirigía hacia el bachillerato para preguntar cuestiones escolares de su hijo, por lo que tuvo que cruzar el puente justo en los momentos de la manifestación.

“Cuando en eso que me detienen, me jalaron, pero no podían conmigo, que me atrancan con los pies, no me dejaba pues no hice nada, pero cuando llegaron más elementos de la policía, me empezaron a dar de macanazos”, dijo con su acento indígena.

Explicó que finalmente fue doblegado y pateado en el muslo derecho. “Llega un elemento y me dio una patada tremenda, de ahí de cargaron y que me llevan a la camioneta, me dio mucha muina, no me dieron esposas, me amarraron con una cuerda”.

Dijo que “por ir rezongando” que no había hecho nada le siguieron golpeando con los escudos que portaban los uniformados, además de un fuerte golpe en el estómago, lo que finalmente lo puso quieto.

Luego de que se los llevaron, en el camino se detuvo la patrulla y ahí fue la primera vez que vio a la diputada Soraya Córdoba, la que les preguntó a los uniformados que por qué los trasladaban. “Les dijo, no pues ustedes llévenselos para dónde quieran”.

—¿Soraya, de Antorcha Campesina?
—Sí, de Antorcha Campesina.

—¿Ella no los defiende?

—Nada, no.

Posteriormente, relató que fue trasladado a las instalaciones de la PGJ, donde los tuvieron por horas viendo a una pared de los separos, hasta que estuvo a punto de desmayarse.

Comentó que una vez frente al agente del Ministerio Público, por medio del altavoz del teléfono, escuchó cómo le daban instrucciones para hacer los cuestionamientos.

“Le decían, ‘que preguntes quién echó los cohetes’, yo le dije cómo voy a decir si no estuve en el acto, y nos dicen ‘ustedes digan la verdad, sino ahorita se los lleva la chingada´, pero yo les decía que no vi”.

Señaló que la insistencia era para que acusaran a varios vecinos, incluido al presidente auxiliar de Chalchihuapan, Javier Montes.

Posteriormente, señaló que enviados de la Comisión de Derechos Humanos del Estado le tomaron declaración y documentaron con fotografías todas las lesiones que sufrió en su aprehensión.

Señaló que todo aquel día —10 de julio— no les dieron alimentos, ni siquiera agua, hasta que llegó un amparo federal para que se les proporcionaran. “Hasta que llegó el papel ya nos empezaron a dar de comer”.

Señaló fehacientemente que ese jueves 10 de julio fue la segunda ocasión que vio a la legisladora antorchista, ahora al interior del penal, en plan de hostigadora para que denunciaran al edil alterno Javier Montes y vecinos. “El jueves nos llevaron a declarar con Soraya”.

—¿Está seguro que era la diputada Soraya?

—Sí, estaba en el escritorio, es la que nos estaba haciendo preguntas. ‘digan toda la verdad’, yo ya dije todo lo que fue.

—¿Qué les decía?

—Qué dijéramos cómo empezó la bronca, le dije que no puedo porque antes de eso ya nos habían agarrado.

“No, ustedes saben, digan quién echó los cuetes”, indicó que le gritó la legisladora, a lo que respondían que no sabía.

—¿Usted ya conocía anteriormente a la diputada?

—Sí, ya.

—¿Ella se les presentó?

—No, no dijo, pero ya la conozco. Entonces dice, di todo lo que sepas, todo. Pero yo sólo declaré lo que fue.

Indicó finalmente que luego de que saliera de prisión, ha tenido crisis nerviosas y constantes dolores de cabeza, lo que lo había mantenido sin trabajar.