El Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP) desistió a dar postura sobre el futuro de las cuatro plantas tratadoras de agua potable, tras un revés jurídico.

El director organismo descentralizado Gustavo Gaytán Alcaraz  no declaró sobre la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El máximo tribunal jurídico del país concedió un amparo a la empresa francesa Degrémont, luego del retiro de la concesión de cuatro plantas tratadoras de agua en 2012.
Cabe destacar que uno de los argumentos para el retiro de la concesión fue el pésimo trabajo de la empresa Degrémont, a través de su filial TAPSA, los que realmente no saneaban las aguas residuales.
Pero en todo este tiempo, desde que SOAPAP se ha hecho cargo de las plantas, no ha habido inversiones, y las mismas siguen operando mal con resultados graves en las aguas negras.
A pesar de que se solicitó una entrevista con el director del SOAPAP, el área de comunicación informó que no habría postura al respecto.


El revés jurídico

Este miércoles, la SCJN propinó un duro revés a la administración de Rafael Moreno Valle en la disputa por el control de cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales con la empresa Degrémont.
La Primera Sala de la Corte al resolver el amparo directo 66/2014, a propuesta del ministro José Ramón Cossío Díaz, amparó a la empresa francesa, a quien se le suspendió anticipadamente el contrato de concesión para el manejo y operación —hasta 2021— de las plantas ubicadas en Cuautlancingo, Cholula y dos en la capital poblana.
La Corte resolvió que la demanda del Soapap contra la empresa no debió ser tramitada por los jueces locales, esto le corresponde a la justicia federal, se lee en la resolución.
El SOAPAP solicitó al Poder Judicial del estado una medida cautelar para que este organismo reasuma la prestación del servicio público de tratamiento de aguas residuales.
A principios de 2012, el Tribunal Superior de Justicia autorizó al Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado desalojar a Degrémont.
Fue el 21 de febrero cuando se solicitó a la empresa francesa entregar al Soapap todos los equipos y tecnología.
Sin embargo, ayer, la Corte rechazó el argumento central del Soapap, según el cual el contrato de 1999 fue  reemplazado totalmente por un convenio firmado en 2004, para el que ya no aplicaba la ley federal.
“La relación jurídica habida entre las partes es la misma y no hay cambio alguno en la ley que la rige, la cual es de orden federal”, argumenta la Corte.
Ahora, el expediente regresará al Tribunal Superior de Justicia, quien tendrá que revocar su sentencia de 2012 y declararse incompetente para seguir con el caso, dejando sin efectos todo lo actuado en el juicio.

Aguas puercas

Degrémont contaba con una concesión de 20 años para el tratamiento de agua potable del municipio de Puebla, pero hasta 2012, cuando le retiraron el permiso, fue un fracaso ecológico.
A más de una década de trabajo, no pudo descontaminar las aguas residuales como marcan las normas oficiales.
Sin embargo, al tomar el mando el SOAPAP no cambió en nada y las mismas aguas siguieron sucias.
Cabe decir que SOAPAP se endeudó por cerca de 2 mil millones de pesos inútilmente para pagar las instalaciones de la firma.
Así lo reveló una investigación y estudios realizados por Intolerancia Diario desde 2011, antes de que comenzara el gobierno de Rafael Moreno Valle.

Turbio negocio

Sobre el mal trabajo coinciden los investigadores de la UDLAP y UPAEP, especialistas ambientales y el exgerente regional en Puebla de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), Manuel Beristaín Gómez.
Inclusive, el problema ha sido investigado por organizaciones ambientalistas a nivel internacional como Green Peace, Planeta Azul y Lead México, que publican información de la contaminación en diferentes partes del planeta. 
Desde entonces, las aguas residuales de Puebla, tienen un tratamiento actualmente al 50% de los requisitos exigidos por la Comisión Nacional del Agua (Conagua). 
Las aguas residuales de la ciudad contienen contaminantes tales como hidrocarburos, que causan dificultades para que las plantas que utilizan bacterias traten las aguas, aseguran las autoridades. 
Si las plantas funcionaran al 100% de la capacidad requerida, se observarían "resultados palpables" dentro de los próximos cinco años, según investigaciones, pero lleva más de dos décadas sin avances.
Las plantas de tratamiento de aguas residuales de dicha empresa, se encuentran ubicadas en Barranca del Conde, sobre la 141 poniente colonia Mayorazgo; Angelópolis, a espaldas del Hospital Ángeles; y la de San Francisco Totimehuacán. 
Manuel Beristaín comentó a Intolerancia Diario que la empresa francesa no tuvo descargas dentro de los parámetros establecidos dentro de la NOM 001.
Inclusive, sentenció: “Para mí una planta tratadora que lo hace a medias, lo hace mal, no hay nada a medias cuando se trata el agua, así que sigue contaminada la que vierten a los ríos que llegan a Valsequillo“.

La opinión 

A principios del mes de marzo de 2012, investigadores de las universidades Popular Autónoma de Puebla (UPAEP) Y de las Américas (UDLAP) coincidieron en señalar que la empresa francesa no realizó bien su trabajo.
Maciel Flores Quijano, ingeniero ambiental de la UPAEP, comentó que no se ha hecho nada en por lo menos 30 años, “decir que se ha mejorado el agua de nuestros ríos, siquiera un 5 por ciento es mentira”.
José Ángel Reinal Villaseñor, académico de ingeniería civil y ambiental de la UDLAP, indicó que es un problema de origen, “para mí el enfoque está equivocado, quitarle uno que otro bichito y materia que flota no es la solución“.
“El decir es que ya no sale tan mal, no es solución, el agua no es infinita, no hay de sobra”.

La defensa

En 2012, en un comunicado emitido por TAPSA filial de Degrémont, a una semana de la recuperación de las plantas de tratamiento por parte del gobierno estatal, afirmó que el SOAPAP desatendió las propuestas técnicas y económicas para su modernización.
TAPSA señaló que recibía aguas que rebasaban hasta en 150 por ciento los parámetros de contaminación comprometidos por Soapap
Desde el año 2008, TAPSA presentó propuestas para la modernización de dichas plantas sin obtener una respuesta por parte del organismo, afirmó.