El tema de los moches regresó a la política. Este martes, el exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, lanzó un tuit incendiario donde pidió al senador, Miguel Barbosa Huerta, que explicara los diezmos recibidos. En respuesta, el legislador sentenció que el exmandatario desvió “miles de millones de pesos”, por lo cual también le exigió a cuentas. 

El encontronazo tuitero es parte de las reacciones desencadenadas tras la revelación de las denuncias presentadas ante la Procuraduría General de la República (PGR) en contra de Moreno Valle, por delitos de asociación delictuosa, intervención de comunicaciones privadas, acceso ilícito del sistema y equipos informáticos, así como amenazas.

Pasadas las 14:00 horas, Moreno Valle arrobó al senador por Puebla y le mandó el siguiente mensaje: “Para tener la lengua larga @MBarbosaMX, hay que tener la cola corta. Aclara los moches (sic)”. 

Apenas doce minutos después, el legislador acusó de recibido y reviró el golpe con una solicitud de transparencia sobre “miles de millones”: “.@RafaMorenoValle aclara los miles de millones que desviaste, eres el rey mundial de los moches, transgresor contumaz de la ley (sic)”.

Aunque las aseveraciones de ambos políticos, llamó la atención que Moreno Valle no continuó con los señalamientos, y Barbosa Huerta tampoco lanzó un segundo misil. 

Como se observó, ninguno de los dos políticos poblanos negó la recepción de este diezmo (que según constructores puede ser hasta del 25 por ciento) por las obras o recursos gestionados. 

Los moches a los que Moreno Valle se refería, según explicó en una entrevista en Monterrey, eran por la cantidad de recursos que logró bajar en el Senado de la República. 

Difunden respuesta

El aspirante presidencial de por Acción Nacional también utilizó el microblogging para viralizar un audio en el que, después de más de 24 horas, responde a las acusaciones. 

Entrevistado en Nuevo León, en el marco del segundo informe de actividades del diputado independiente, Marco Antonio Martínez, Moreno Valle anunció que presentará una denuncia por daño moral una vez que la PGR concluya la investigación en la que está inmerso. 

Sobre la rueda de prensa del lunes, el panista acotó: “Yo creo que no pasa ni la prueba de la risa. Ya sólo faltó que dijera que estábamos espiando al Papa”, e incluso cuestionó: “¿Qué pruebas tienen?”

También aprovechó su encuentro con la prensa para descalificar a Barbosa Huerta, a quien acusó de traidor y, por último, dijo: “No se adquirió ningún equipo por parte del gobierno del estado de Puebla”. 

Revelan altos costos 

Por separado, Reforma, reveló que el equipo de intercepción telefónica que adquirió la administración morenovallista –de acuerdo con la denuncia que tiene la PGR– costó 3 millones de dólares. Se trata de un aparato, denominado CSM 7816, de origen israelí, que funciona con un software nombrado HAWK-OWL y permite detectar e intervenir dispositivos móviles en un radio de 5.2 kilómetros que tengan señales telefónicas, de Wifi y Bluetooth.

Adicionalmente, para las actividades de espionaje realizadas entre 2013 y 2015 se compró por 14.9 millones de pesos otro sistema denominado Hunter, que es un clonador de teléfono, y basta introducir en el programa el número telefónico a interceptar para tener acceso a toda su información, incluida la geolocalización. 

La denuncia y sus reacciones 

El lunes, desde el Senado de la República, Rodolfo Raúl González Vázquez, uno de los extrabajadores que operó la red de espionaje telefónico en Puebla, reveló la denuncia que interpuso ante la Procuraduría General de la República en contra de Moreno Valle, y del diputado federal, Eukid Castañón Herrera. 

El denunciante estuvo acompañado por Fernando Manzanilla y Miguel Barbosa Huerta, mientras explicó la forma cómo se operaban los nodos de espionaje, el formato de pago a los colaboradores y hasta acusa de “cuestiones delincuenciales” a quienes dirigen la red de espionaje. 

El dato 

Pese a que en 2010, Miguel Barbosa, entonces perredista, era uno de los simpatizantes de Rafael Moreno Valle, el año pasado (2016) el senador rompió relaciones con el panista e, incluso, anunció su salida del Partido de la Revolución Democrática para sumarse a la bancada del PT-Morena en la Cámara Alta.