Al vencerse el plazo de cuatro meses que otorgó el gobierno del estado para los permisionarios del transporte público, la historia de promesas, mentiras, y chantajes, se repite en Puebla, pues se incumplen los acuerdos a los que se llega después de que se autorizan los incrementos a la tarifa, a pesar de que el último fue el más alto en 26 año al superar el 40 por ciento.

De acuerdo con testimonios de hace casi 60 años, el gobernador Fausto M. Ortega ofreció que retiraría los llamados ataúdes rodantes, llamando así a las unidades del monopolio que manejaba la Alianza de Camioneros, cuyo representante legal era José Antonio Seoane.

La queja de los ciudadanos en mayo de 1963, era que los autobuses de las diversas líneas se habían convertido en chatarra y pedían retirarlos, sin embargo, el gobierno terminó y nunca se modernizó el servicio para una ciudad de 150 mil habitantes.

El monopolio lo conformaban las rutas como El Carmen- San Antonio, Panteón - Aguazul, Analco-La Junta, Central-Parral, Aviación – Panteón, Santa María-Remedios, Xonaca-Fábricas, San Matías-Central, Garita – Panteón, Zaragoza-Aviación, Rojo Plata y Santa María- Chula Vista, entre otras.

Entre 1965 y 1976 se autorizaron tres incrementos, pero eran centavos lo que pagaban los poblanos, que aún no tenían el problema de la devaluación del peso, ni de la inflación, solo el incremento del precio del gas LP que pasó de 20 a 40 pesos el tanque de 20 kilos. La tarifa fue de 60 centavos.

Después de cada ajuste, se realizaban manifestaciones de estudiantes y secuestro de autobuses, sin que la autoridad diera marcha atrás.

Además, la Alianza de Camioneros se alió a la derecha, y en 1973 se sumó a un paro para apoyar al entonces gobernador Gonzalo Bautista O´Farril.

Guillermo Jiménez, la fractura del pulpo y la corrupción

Guillermo Jiménez Morales como gobernador intentó romper el monopolio que durante 40 años había tenido la alianza, y ante las presiones de la sociedad para  mejorar el servicio creo el Sistema de Transporte Poblano.

Además. permitió que el servicio de alquiler “taxis”, entrara a la modalidad de peseros, como en la Ciudad de México.

Aprobó el incremento a la tarifa, pero fue de manera diferenciada, ya que las unidades viejas solo cobraban un peso, y las nuevas 1.20.

El proyecto del Sistema de Transporte Poblano, que contaba con unidades llamadas ballenas y combis, quebró debido al saqueo, ya que las llantas nuevas de los camiones eran cambiadas por los choferes por neumáticos de medio uso, y las que estaban en buen estado las comercializaban.

Para minar a la alianza, Jiménez Morales dio el control del transporte a organizaciones como el Consejo Taxista, y posteriormente Antorcha Campesina, la CNC, CTM, FROC.

Bartlett y los Dorados

El gobernador Manuel Bartlett hizo un nuevo intento por modernizar el servicio, proponiendo líneas troncales y el llamado servicio de los Dorados, que circulaban en el corredor de la 11 Norte – Sur, cubrían una parte del centro de la capital y llegaban hasta lo que hoy es Agua Santa.

El servicio, por la falta de usuarios y unidades solo se mantuvo dos años, por lo que los vehículos se descontinuaron, se convirtieron en chatarra y los paraderos fueron destruidos.

El último gran paro en el gobierno de Melquíades

Si bien el año pasado se realizaron algunas movilizaciones de un grupo minoritario de transportistas, el gran paro fue el 5 de enero de 2004 cuando Melquíades Morales Flores finalizaba su quinto año de gobierno.

Los transportistas sitiaron la ciudad para impedir las ventas del Día de Reyes, al final el gobierno cedió y elevó la tarifa de 3.50 a cinco pesos.

El compromiso fue el modernizar las unidades en menos de un año, pero al final no cumplieron los permisionarios.

Ruta y las irregularidades

Durante el gobierno de Rafael Moreno Valle entró en operación la primera línea de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), desapareciendo algunas de las líneas particulares que prestaban el servicio.

El servicio comenzó operaciones en septiembre de 2012 y, durante dos meses, fue la Secretaría del Transporte  la que permitió que decenas de unidades que se integraran como rutas alimentadoras al sistema, aunque no contaran con las placas correspondientes.

Asimismo, para evitar acciones de transportistas, se suspendieron las revistas de las unidades, y se toleraron los vehículos “pirata”.

La evolución de las tarifas