Al rendir su segundo informe de labores, el presidente del Congreso, Gabriel Biestro Medinilla, afirmó que el Poder Legislativo de Puebla se ha convertido en el más productivo y austero del país así como con una mayor apertura porque se puso fin a “los cañonazos y amenazas” para acallar y alinear a los diputados que no coincidían.
Durante su segundo informe de actividades al frente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, dio a conocer que se han realizado 67 sesiones entre Públicas Ordinarias, Comisión Permanente, una solemne y tres extraordinarias.
El también coordinador de Morena, expuso que 2020 ha sido un año complicado y a pesar de la pandemia por COVID-19 el trabajo legislativo no paró ni un momento, asimismo aseguró que esta Legislatura se enfrentó a uno de los contextos de salud y económico más complicados en la historia del estado, lo que cambiará el modo de legislar para siempre.
“El trabajo legislativo no se detuvo, lo cual se logró sin arriesgar la salud de las y los trabajadores del Congreso”, expresó.
Asimismo, destacó la gran labor que realizó el gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta, para evitar una crisis en materia de salud, así como la organización para atender la contingencia, sobre todo, porque el trabajo ha sido sin endeudamiento para Puebla y sin pedir un solo peso prestado.
Durante el mensaje, enfatizó que es la primera vez en la que existe verdadera libertad y las y los legisladores que votan en contra no son amenazados, no se acalla a la oposición y su voluntad, como representantes populares, no es comprada.
“Por fin tenemos en Puebla un Congreso que discute y acuerda los temas que son importantes a las ciudadanas y a los ciudadanos. Es la primera vez, en muchos años, donde existe verdadera libertad, donde no se amenazan a los legisladores que votan en contra y no se aplasta y no se acalla a la oposición y se no intenta comprar con sobres regordetes la voluntad de un representante popular”, mencionó.
También dijo que, ahora, en el Poder Legislativo se acabaron los bonos, prebendas, cañonazos, cochinitos legislativos y amenazas para las y los diputados.
En este segundo año de actividades reconoció el trabajo de las y los legisladores así como de las dos diputadas que presidieron la Mesa Directiva: Josefina García Hernández y Mónica Rodríguez Della Vecchia, pues sostuvo que en conjunto fue posible celebrar 67 sesiones de las cuales 46 fueron públicas ordinarias, 17 de comisión permanente, una solemne y tres extraordinarias. Agregó que en conjunto se presentaron más de 839 iniciativas de ley y decreto y más de 280 puntos de acuerdo.
Como parte del trabajo legislativo destacó la aprobación de la Ley de Educación, Ley de Víctimas del Estado de Puebla, Ley para la Administración, Enajenación y Destino de Bienes Asegurados, Abandonados, Decomisados y Extintos del Estado Libre y Soberano de Puebla, Ley para la Administración, Enajenación y Destino de Bienes Asegurados, Abandonados, Decomisados y Extintos del Estado, por mencionar algunas.
Entre otros temas, expuso que en materia político-electoral se desarmó la configuración con la que la Legislatura pasada pretendió conservar al delincuencial grupo en el poder, desarticularon todas las figuras que inconstitucionalmente fueron incorporadas como los convenios de asociación electoral o los diputados de primera minoría.
“Nunca más se usará el presupuesto del estado para conservar a un grupo en el Poder, nunca más se aceptará un fraude electoral”, sentenció.
Reiteró en la LX Legislatura han respetado las diferencias ideológicas de las diferentes fuerzas políticas durante el debate erradicando las viejas prácticas para someter a los legisladores a la voluntad de la mayoría legislativa o el Poder Ejecutivo.
“Es la primera vez en muchos años en los que existe verdadera libertad, donde no se amenaza a los legisladores que votan en contra, donde no se aplasta o acalla a la oposición y donde no se intenta comprar con sobres regordetes la voluntad. Se acabaron los bonos y prebendas para el control de los diputados”.
Destacó que la rehabilitación de la sede del Poder Legislativo de Puebla está a punto de concluir y este proyecto se ejecutó con los recursos ahorrados en la presente legislatura y no se rebasaron los 20 millones de pesos presupuestados.