Luego de que el pasado 15 de septiembre, Edgar Garmendia de los Santos, rindiera protesta como diputado local, la dirigencia de Morena Puebla se encuentra acéfala, por lo que será el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) quien defina al encargado partidista.

En entrevista, el diputado local Edgar Garmendia de los Santos refirió que el dirigente nacional Mario Delgado Carillo debe decidir quién asumirá la responsabilidad de la dirigencia, pero esto será sólo por un corto periodo, pues entre octubre y noviembre se llevará a cabo la renovación del partido, de acuerdo al fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

El protocolo sería que sesione el CEN, que el presidente Mario Delgado realice una propuesta, que el CEN la vote y se designe para Puebla quien será el delegado con función de presidente en lo que se lanza la convocatoria y se define para Puebla, es el procedimiento que sigue”, dijo.

Se pronunció porque sea Aristóteles Belmont, encargado de la Secretaría de Organización del CEE, quien encabece la dirigencia de manera provisional.

Y es que de acuerdo a lo que marcan los estatutos de Morena el dirigente estatal de este partido no debe ser funcionario o representante popular, por lo que Garmendia de los Santos debe hacer la entrega recepción del partido político.

La convocatoria

En octubre, Morena lanzará a convocatoria para la renovación de la dirigencia en Puebla, en tanto que ya los grupos políticos al interior se apuntan para participar en el proceso.

Para evitar que se presenten hechos como en 2019, cuando se intentó la renovación del partido y que todo concluyó en impugnaciones por presuntas irregularidades en el padrón y los desmanes ocurridos, a partir de este mes comenzarán las afiliaciones para que de que los militantes participen en este proceso de renovación.

De acuerdo con lo dicho por el dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo, el padrón de afiliados a Morena es un pendiente, por lo que este será importante para la renovación de las dirigencias en los estados.

La reorganización de Morena tiene como propósito evitar un colapso del partido y prepararse rumbo a 2024.