La diputada federal Genoveva Huerta Villegas pidió a los diputados del Partido Verde, respetar sus principios en el cuidado de la ecología, y no ser "empleados" del presidente Andrés Manuel López Obrador respaldando una Reforma Eléctrica que va a generar serios problemas de contaminación para el país.
En entrevista, la legisladora indicó que al parecer los tres partidos PAN-PRI-PRD, y posiblemente Movimiento Ciudadano ya cerraron filas para evitar que se consume una reforma que va a generar serios problemas ecológicos, ya que se está pensando en un monopolio manejado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), donde lo último que interesa son las energías limpias, aseveró.
Expresó que a pesar de los intentos por imponer la reforma, se echará abajo el intento, además de que ya no se tiene la mayoría absoluta en la cámara, pero es necesario que haya una votación que aplaste esos intentos.
Huerta Villegas recordó los apagones que hubo hace un año pretextando que no había llegado el gas de Texas, cuando en las últimas décadas con los gobiernos del PAN y el PRI, el suministro estaba garantizado, denunció.
Indicó que con la contra reforma se van a generar serios problemas, y se está creando una nueva clase privilegiada con el apoyo de un gobierno que juró acabar con la corrupción.
Acusó que ahora el gobierno de Morena quiere ocultarle a los mexicanos cómo se gastan sus impuestos para sus obras faraónicas como el Tren Maya, el aeropuerto Santa Lucía y la Refinería Dos Bocas.
Dijo que el caso de la refinería que se compró en Estados Unidos, podría equipararse con la compra de la Planta de Hidrogenados, pero además con un contrato en el que no se va a refinar el petróleo mexicano, sino el que le venda en los próximos 15 años una empresa norteamericana, en si no se da el paso para dejar de ser maquilador.
Comentó que el PAN supo reconocer excesos que se presentaron y tuvieron que aceptar el caso de las toallas que se compraron en Los Pinos, y el PRI, con la llamada Casa Blanca, enfrentando las consecuencias y la crítica social, e incluso les costó la presidencia de la República.
La legisladora señaló que las obras faraónicas poco van a servir a los mexicanos, pues lo que provocarán será un mayor rezago social.
Denunció que se trata de "tres años prácticamente perdidos", y ahora se tiene la inflación más alta en veinte años, misma que afecta a los más pobres, a quienes el gobierno de López Obrador dice defender.
La legisladora recordó los excesos de sus hijos, el hacer lo mismo que José López Portillo que le dejaba las obras a sus familiares, como el estadio de beisbol en Chiapas y otros.