Al presentar el libro “Jaque Mate al Crimen Organizado”, escrito por Rubén Aguilar Valenzuela y el exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, este último señaló que la “paz narca”, y la “justicia narca”, no existen, y el gobierno federal debe enfrentar el problema con firmeza.

Con la presencia de diputados federales como Blanca Alcalá Ruiz, Javier Casique Zárate, Lázaro Jiménez Aquino Mario Riestra Piña, Moreira Valdés advirtió que si se mantiene el gobierno sin atacar realmente el problema, para 2024 en algunas regiones del país, habrá designaciones de funcionarios, pero no elecciones.

Dijo que lo que se requiere es que haya una fuerza real que combata al crimen organizado, que le cierre los espacios para poder operar, e indicó que si se puede, ya que en su estado se logró.

Explicó que hay que utilizar el aparato de inteligencia para detectar el lavado de dinero del crimen organizado, y puso como ejemplo los negocios donde operan las llamadas “maquinitas tragamonedas”, las cuales permiten lavar una gran cantidad de dinero.

Moreira Valdez señaló que, durante su administración, se ubicaron cuatro mil de estos aparatos, los cuales fueron destruidos, además, se controló la venta de alcohol que era un negocio de 24 horas, y permitía al crimen organizado la venta de producto robado o adulterado.

Precisó que hay que "cerrar la llave" a los recursos que opera la delincuencia, y aclaró que no se trata de combatir únicamente el narcotráfico, sino todos los delitos que se manejan, como huachicol y secuestros.

De lo que ocurre en Estados Unidos, donde se lleva a cabo el juicio de Genaro García Luna, el también coordinador de los diputados del PRI en San Lázaro, anunció que presentará una iniciativa para que los delincuentes que sean extraditados a los Estados Unidos, cuando queden libres, sean devueltos a México para que terminen de cumplir su sentencia.

Señaló que ha sido muy fácil para algunos de ellos cuando son extraditados, que se conviertan en testigos colaboradores y obtengan su libertad en el extranjero más rápido, y evadan las penas que se les impusieron en México.

Insistió en que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no está invirtiendo realmente en el combate al crimen organizado, cada vez más se va apoderando de gobiernos.

El país, dijo, necesita dispositivos legales modernos que permitan, por ejemplo, desintegrar ayuntamientos o partidos políticos cuando se compruebe que están cercanos o estén involucrados con grupos delictivos.

Explicó que en el libro se relata que, por ejemplo en Coahuila, el problema de la inseguridad comenzó en el 2004 con homicidios y, al inicio de su administración estatal, había una crisis de seguridad, en el que incluso como gobernador quedó en medio de una balacera o que durante su campaña, por lo que implementó diferentes acciones y estrategias.