A un año de la aprobación de la llamada Ley Monzón un grupo de mujeres se manifestó de manera pacífica a las afueras del Congreso para demandar que el documento no se convierta en letra muerta, y realmente se aplique en Puebla, además que se extienda para los casos de tentativa de feminicidio.
De acuerdo a las manifestantes no se conocen cifras reales de casos donde el feminicida de su pareja puede tener la patria potestad de los hijos, pero se habla que de manera extraoficial se habla que pudieran ser ocho en la capital.
Las activistas entre ellas del colectivo “Por las mujeres de Puebla” precisaron que el mayor número de casos podría estar en el interior del estado pero no se conocen, y los menores quedan bajo de la custodia del agresor.
Insistieron que a un año de su aprobación no existen cifras exactas sobre el número de menores de edad que han quedado en orfandad y viven con los familiares del feminicida.
En la manifestación el grupo exigió a la Fiscalía, al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y al Congreso del estado un informe sobre los avances de la Ley Monzón y el número de infancias que han quedado en orfandad por feminicidio.
Activistas como Luz Arredondo Díaz, Guedany Figueiras Ayala solicitaron a las autoridades una mesa de trabajo y que no permitan que la Ley Monzón se quede en “letra muerta”.
Anunciaron la creación del Observatorio de la Ley Monzón para dar seguimiento a su implementación. La ley en mención busca garantizar la protección de los derechos humanos de las infancias cuando el padre incurre en tentativa o feminicidio de la madre.
La aprobación
El 2 de marzo de 2023 los legisladores aprobaron la Ley Monzón, que suspende en automático la patria potestad a quien sea vinculado al delito de feminicidio, ya que el responsable podía gozar de la custodia del menor, hasta que sea sentenciado.
La intención es salvaguardar la integridad del menor, que pueda estar en un ambiente donde claramente se va a velar por su integridad y a partir de ahí se estaría esperando el juicio que se tendrá que llevar para el agresor, en este caso para el feminicida, y se tiene la posibilidad de que el infante pueda crecer en un ambiente sano y desarrollarse completamente.