Por los hechos ocurridos la madrugada de este viernes, con cuerpos desmembrados en el Periférico Ecológico en la ciudad de Puebla, "la inseguridad está desbordada y no hay forma de controlarla", aseguró el candidato a presidente municipal por Movimiento Ciudadano, Rafael Cañedo.
“Lo que hemos visto es una política de gobierno fallida en los últimos tres días, y el gobierno municipal nos ha demostrado que así es”, pero aclaró que, se trata de un reflejo de lo que sucede a nivel nacional.
Por eso, dijo el aspirante a edil capitalino que, la propuesta más efectiva para combatir la inseguridad y el crimen organizado es invertir, donde lo principal es recurrir a la tecnología.
Además, se tiene que capacitar y equipar a la policía, pero además hay que protegerlos con las mejores condiciones laborales y salariales, para que puedan llevar a cabo su trabajo de la mejor manera.
Y es que, aseveró, "puedes comprar mil patrullas, pero no sirven, si no están capacitados, por eso, hay que hacerlo de manera integral, donde el policía tenga las herramientas completas para defender al ciudadano".
“Hay que dignificar al policía y hay que empezar con el pago correcto y justo, que no lo hagan trabajar 24 por 24, porque eso no se aguanta, porque si los ves laborar 20 horas, ya se ven cansados”.
Por otro lado, tienen que protegerlos con las leyes, porque cuando detienen a un presunto delincuente, alguna falla al debido proceso lo dejan libre de inmediato y eso no debe pasar así.
Rafael Cañedo señaló que, desde un área de Asuntos Internos asignada a la sindicatura, se tienen que sentir protegidos para hacer bien su trabajo.
Este viernes, el candidato a presidente municipal de Movimiento Ciudadano, se enfocó en recabar la opinión ciudadana en el Paseo Bravo y en el zócalo de la ciudad de Puebla, “hay que escuchar los problemas de la gente, porque los políticos no conocen los problemas de la gente”.
Hay que acercarse al ciudadano, saber qué problemas tienen y la forma en que los resuelven, “hay que caminar y escucharlos, con los ciudadanos hay que hablar menos y escucharlos más”.
El problema es que el político no escucha, cuando hay que escuchar a la gente y resolver sus problemas.