El uso del Iphone, Blackberry o Ipads como doctores “virtuales” se ha vuelto una práctica recurrente. ¿No sabe qué medicina debe tomar para el dolor de garganta? Solo tiene que buscar la perfecta aplicación en su móvil y ella le recomendará el fármaco adecuado. Eso sí, le avisará de que solo es una recomendación y que lo correcto es acudir al médico.

Algunas de estas aplicaciones son:

“Fiebre niños Plus” es una aplicación para el Iphone que calcula las dosis de medicación recomendadas para cada niño según su peso. “Cry Translator” nos ayuda a descubrir porqué llora un bebé y nos da recomendaciones de cómo calmarlo, mientras que “iHeart” sirve para medir el ritmo cardiaco. Un termómetro corporal mide la fiebre a partir de los latidos de su corazón. Estas son solo algunas de las aplicaciones que ofrecen los “smartphones” a los usuarios desafiando a la  medicina tradicional.

La consultora estadounidense “Juniper Research”, llevo a cabo un estudio sobre la relación entre la medicina y las nuevas tecnologías; Los resultados apuntan a que el número de descargas de aplicaciones electrónicas relacionadas con el mundo de la salud podría superar en 2012 los 44 millones, una cifra que se triplicaría antes del próximo 2016.

Las repercusiones en el mundo sanitario no son del todo negativas, estos avances tecnológicos podrían servir a los facultativos de la salud como herramientas portátiles de diagnóstico y manejar historiales médicos, ya que alguna de estas aplicaciones permite almacenar datos e históricos de los pacientes. De la misma manera, estos avances repercutirían en los gastos sanitarios rebajando las cifras.