La empresa señaló el miércoles 18 de mayo que venderá todo su negocio de teléfonos –que incluye la marca Nokia– a FIH Mobile, subsidiaria de Foxconn, y a la empresa finlandesa HDM Global Oy, por 350 millones de dólares (unos 6,950 millones de pesos).
Nokia ahora planea licenciar su marca y crear una compañía que producirá y venderá tabletas y teléfonos con el sistema operativo Android.
La venta es el acontecimiento más reciente a lo largo de un año de decisiones comerciales controvertidas por parte de Microsoft.
Luego de que Steve Ballmer, antiguo director ejecutivo, anunciara su retiro en 2013, orquestó la compra del negocio de teléfonos móviles de Nokia. Nokia fue una de las pocas marcas de smartphones que adoptaron el sistema operativo Windows 10 de Microsoft.
En ese entonces, Nokia también era el mayor fabricante de teléfonos del mundo y vendía dispositivos baratos en todas partes. Sin embargo, ese negocio nunca combinó bien con la estrategia móvil de Microsoft.
Satya Nadella, actual director ejecutivo de Microsoft, hizo grandes recortes en la división Nokia: despidió a 18,000 empleados en 2014. En 2015 eliminó otras 7,800 plazas en el sector de hardware para teléfonos inteligentes y redujo los esfuerzos de Microsoft en el segmento de los teléfonos.
FIH Mobile obtendrá todos los activos de los teléfonos de Microsoft, incluidas las marcas, el software y los contratos de los clientes, así como la fábrica en Vietnam.
Como parte del acuerdo, unos 4,500 empleados pasarán a formar parte de FIH Mobile.
Microsoft señaló que conservará su negocio de smartphones. Seguirá desarrollando el sistema operativo Windows 10 Mobile y dará soporte a los teléfonos Lumia, aunque ese negocio no ha tenido éxito. Microsoft no ha logrado arrebatarle una parte considerable del mercado de los teléfonos inteligentes a Apple, Google y sus socios de Android, tales como Samsung.