El día de ayer se firmó en los Estados Unidos una legislación que prohíbe el uso de los cigarros electrónicos dentro de lugares como oficinas y establecimientos en Nueva York. 
 
El consumo de cigarillos electrónicos se ha incrementado a nivel mundial, y la falsa creencia de que son inofensivos para la salud han hecho que estos dispositivos sean usados para evadir las reculaciónes sobre el tabaco. 
 
Mientras que la venta de cigarrillos tradicionales desciende un cuatro por ciento cada año, el crecimiento de los cigarrillos electrónicos va en aumento.
 
De acuerdo con una investigación de Statista, un portal especializado en estadisticas, durante 2014 la industria de los cigarros electrónicos vendió 2 mil 757 millones de dólares y se prevé que para este 2017 superará los 10 mil millones. 
 
El día de ayer Andew Cuomo, gobernador de Nueva York, firmó una legislación llamada Clean Indoor Air Act, la cual prohíbe el uso de los cigarros electrónicos en los mismos lugares donde el tabaco normal está prohibido. Ya no se podrán usar los e-cigs en lugares cerrados, como oficinas y restaurantes. 
 
 
Los efectos contradictorios para la salud de los cigarrillos electrónicos aún están en debate. Existen diferentes investigaciones que indican que pueden causar daño y la Organización Mundial de la Salud ha pedido que se regule la publicidad de estos productos.