Un equipo de especialistas se ha desplazado a una zona interior en la Amazonía peruana para tratar de aclarar la procedencia de tres objetos hallados en la región de Puno, después de que los habitantes reportaran haber visto un objeto incandescente.
Algunos medios locales peruanos se han hecho eco de los testimonios del avistamiento de una bola de fuego en el cielo desde Pucallpa a Tingo María el pasado fin de semana de lo que creían era un meteorito, pero, ¿lo era?
Los objetos cayeron el sábado en la comunidad de Larancahuani, en la provincia de Azángaro, en la región de Puno, a más de 1.000 kilómetros de los lugares donde se reportaron los avistamientos, por lo que la Agencia Espacial de Perú (Conida) cree que su trayectoria de entrada fue de este a oeste. Como medida de precaución Conida ha acordonado la zona y recomienda que nadie se acerque, ni manipule los objetos hasta que se aclare de qué se trata, aunque ya ha descartado que se trate de un meteorito.
La agencia informó de que se trata de tres objetos circulares probablemente de metal, que han sido aislados para analizar su composición y determinar si hay riesgo para la salud de los habitantes de la región. Conida creee que se trata de “tanques de combustible de algún satélite o lanzador satelital, que se ha fragmentado durante su reingreso a la atmósfera”, informó en un comunicado.
Un grupo de científicos ha analizado las piezas encontradas en el lugar, antes de ser trasladadas a Lima a las instalaciones de la agencia espacial para un análisis en profundidad. La agencia espacial explica que cuando los satélites concluyen su vida útil normalmente son llevados a una órbita más baja para que entren a la Tierra de forma controlada y se desintegren.
No obstante, en caso de que haya posibilidad de que algunos restos caigan a la tierra “se esperaría que existan alertas internacionales a los Estados con mayor riesgo”, apunta en el comunicado. Se desconoce de qué tipo de satélite podrían proceder estos restos y queda por aclarar a qué país pertenecería y por qué no se avisó con antelación del riesgo de impacto.