La noche del pasado 10 de Junio, en las instalaciones de la Universidad Autónoma de ciudad Juárez, integrantes de La Caravana por la Paz, entre estos el poeta Javier Sicilia, el activista de Chihuahua, Julián LeBarón, el padre Óscar Enríquez e innumerables víctimas de la violencia que se ha registrado en el país y que ha dejado un saldo de más de 40 mil muertos, firmaron el Pacto Ciudadano por la Paz con Justicia y Dignidad, donde destaca la exigencia la exigencia de juicio político al presidente Felipe Calderón y al secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna.
Los promotores de esta caravana también exigieron el fin inmediato a la guerra desplegada por el gobierno federal, la desmilitarización policíaca y el regreso de los efectivos castrenses a sus cuarteles, tomando en consideración el número de víctimas “circunstanciales”, que hay caído entre las balas del crimen organizado y de las fuerzas castrenses.
No hubo una sola respuesta a esta firma por la Paz, el gobierno federal continúa “con los ojos cerrados” y aventando “golpes al aire”, sin importarle a quién se lleve en el camino, “son pérdidas necesarias”, la cruda respuesta.
Ayer, en la capital de Puebla, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP), Ardelio Vargas Fosado, se refirió al operativo implementado por el director de comercio exterior Elías Córdova Escalera, apoyado por más de 200 elementos de la Policía Estatal y de la Metropolitana, en el mercado Jorge Murad, mejor conocido como La Fayuca, a la que se refirió como “El palacio de la impunidad”, donde por lo menos 50 personas, entre hombres, mujeres y niños —civiles— fueron gaseados, al ser puestos en medio de una trifulca orquestada por el cumplimiento de una “ordenanza”.
Ardelio Vargas se refirió a Miguel Olvera “el fresa”, exlíder de los comerciantes de La Fayuca y actual miembro de otra organización, como el que encabezó a un grupo de cerca de 30 sujetos, calificándolos como “grupo de choque” y asegurando que fueron ellos los que primero lanzaron “agresivos químicos”, elaborados entre otras cosas por sosa cáustica, que hacen más daño que sus propios “agresivos químicos” de los que dijo “está certificado” y el efecto dura menos.
Dijo que ellos, la Policía, sólo estaba para obedecer ordenes y en este caso la orden vino directamente de Elías Córdova, quien decidió la hora en la que iba a realizarse el operativo de revisión, y que si sus elementos dispararon bombas lacrimógenas —agresivos químicos—, fue porque respondieron a una agresión y fortaleció, “ya basta de impunidad”.
Las palabras del funcionario tienen varias formas de entenderse,
al decir que no se va a permitir más impunidad, seguramente dejó entrever que los civiles gaseados les pasó lo que les pasó por estar comprando productos ilegales; en otras palabras, la represión era también para ellos, aunque se justificó diciendo que lamentaba que hubiera “víctimas circunstanciales”.
Pero además anunció más operativos y dejó entrever que no importara la hora ni quienes estuvieran, iban a actuar porque iban a actuar.
La enérgica respuesta a los reclamos de abuso de autoridad en la que incurrieron los cuerpos policíacos, no fue gratis, ni tampoco porque a don Ardelio se le ocurrió para “darse a respetas”.
La posición del funcionario fue dirigida desde las oficinas del Salón de Protocolos, de la esquina 2 Norte y Juan de Palafox, sólo así se explica que no hubiera una sola preocupación de que de manera deliberada haya sido ataco un grupo de planos que la tarde del domingo salieron a divertirse y de paso a gastar dinero.
Tiene razón Ardelio Vargas cuando se refiere a la impunidad que ha fortalecido al contrabando, a la “piratería” y a otra serie de felonías, tiene razón cuando dice que se deben de combatir, donde no la tiene es cuando se toca la seguridad de los poblanos, porque si ya se le olvidó, su principal función de la Policía no es el de “cumplir órdenes”, sino de garantizar la seguridad de los poblanos, que le tuvieron voluntad al actual gobierno y le dieron su voto de confianza.
¿Qué hubiera pasado si ese operativo se planea, de nuevo “la falta de inteligencia”, y en lugar de enfrascarse en un duelo de lacrimogenazos teniendo en medio a civiles, estos son retirados antes de la intervención, si de todas formas ya tenían pensado allanar locales y romper candados?
El aseguramiento de medio millón de productos apócrifos que representan una perdida de 14 millones de pesos en el mercado negro es un buen acierto para evitar la piratería y el contrabando.
Pero así no se hacen las cosas.
Nos vemos cuando nos veamos
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Y lo que todavía le falta a Puebla
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