Cada día que pasa las diferencias entre los funcionarios del gabinete morevallista se ensanchan. Para muestra un botón: Pablo Rodríguez Regordosa y Fernando Manzanilla Prieto.
El primero, en su calidad de secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico no da una; va de pifia en pifia y lejos de construir gobierno saca su espíritu panista rijoso.
Así marcó su relación con uno de los sindicatos más importantes de la entidad: el SITIAVW. El pasado 25 de marzo, tras el asalto que se registró en la empresa Volkswagen, Pablito responsabilizó al sindicato del hecho porque “no aceptan que les paguen a través de tarjetas bancarias”.
La respuesta por parte del sindicato no se hizo esperar; primero, calificó al titular de Secotrade de “estúpido, pues cada trabajador decide en qué manera recibe su salario”.
Segundo, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen (SITIAVW) rompió relaciones con el gobierno del estado, por culpa de las desafortunadas declaraciones del supuesto promotor de la inversión en Puebla.
Ante esta situación, tuvo que entrar al rescate Fernando Manzanilla Prieto, secretario general de Gobierno; él, a diferencia de Pablo Rodríguez, mostró su habilidad política para llevar a buen puerto temas tan delicados.
Así que el miércoles, en Casa Aguayo, Manzanilla logró destrabar este conflicto y restableció las relaciones entre el SITIAVW y el gobierno. La única condición que puso el sindicato de la Volkswagen es que no querían ningún trato con el secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico; a Pablito lo desconocieron como interlocutor válido, todos los asuntos serán tratados en la Secretaría General de Gobierno.
Así que demostramos que algunos funcionarios del gobierno estatal sólo sirven para descomponer aún más las cosas y pocos son los que realmente tienen la capacidad para resolver los asuntos que les atañe a los poblanos.

Focos rojos
El descontento social empieza a crecer en el estado. Ayer tres marchas de protesta desquiciaron tanto la capital como la gira del gobernador.
En Huauchinango, un grupo del extinto Sindicato Mexicano de Electricistas se enfrentó con el cuerpo de seguridad de Moreno Valle. Las cosas no pasaron de los empujones y de que al gobernador lo subieran inmediatamente al helicóptero para sacarlo de ahí, pero es una clara muestra de que los poblanos se están hartando de las promesas de cambio que no llegan, o no acaban de aterrizar.
Las esperanzas creadas en 2010 fueron inmensas, las frustración empieza a manifestarse con marchas, gritos, sombrerazos y quema de sombrillas de campaña; ojalá las cosas no lleguen a mayores.