La obra

El Complejo Cultural Universitario incrementará aún más su afluencia de visitantes, una vez que se concluyan los trabajos de remodelación de uno de sus edificios.

Y es que aprovechando el posicionamiento que ha ido forjando este nuevo recinto de la UAP, se trabaja desde hace unas semanas para la instalación de dos restaurantes, varias empresas y hasta un área donde la Escuela de Lenguas imparta cursos al público en general, algo así como para hacerle competencia a institutos particulares como Interlingua o Quick Learning. En pocas palabras, una especie de minicentro comercial.

En este edificio en remodelación, en primera instancia se tenía comprendido la instalación de dos salas de cine, pero el proyecto “no pegó”; sin embargo, o a solicitud de diversas empresas, se vio el potencial del inmueble comercialmente hablando.

Cabe aclarar que con las nuevas instalaciones no se va a perder la esencia cultural que tiene el Complejo, sino que se darán más servicios a sus miles de visitantes.

Sobra decir que la remodelación está a cargo del director de Obras de la UAP, Manuel Sandoval, quien cada día crece más sus bonos al interior de la máxima casa de estudios poblana

El grillo

La semana pasada se llevó a cabo el tercer informe de labores del director de la Facultad de Ingeniería, Ignacio Morales Hernández.

Todo corrió con sumo éxito para el funcionario universitario, trabajo reconocido por el rector Enrique Agüera Ibáñez. Sin embargo, nunca falta quien quiera empañar el trabajo con fines políticos.

Es el caso de Sebastián Serrano Vega, eterno aspirante a dirigir a la mencionada unidad académica. Pero su estrategia para hacerlo da más pena que miedo.

En esta ocasión se le ocurrió mandar a cinco estudiantes —de sus consentidos— a acercarse al rector Enrique Agüera cuando llegaba a presenciar el informe.

Una vez teniendo enfrente al rector, le expresaron que no eran tomados en cuenta para hacer prácticas. Inmediatamente, Enrique Agüera los escuchó e instruyó a su director de Obras, Manuel Alonso, a recibirlos para que hagan prácticas.

En respuesta, Manuel Alonso le aclaró que ya existen varios futuros ingenieros que los acompañan a las distintas construcciones de la UAP para aprender, y que esos jóvenes ni siquiera se habían acercado.

A Serrano Vega le salió mal la estrategia de “quemar” a Ignacio Morales, con un argumento endeble ante la falta de armas para golpearlo. Así empieza la lucha por la sucesión programada para marzo del 2012 en esta importante facultad.

La cena

La directora de la Facultad de Comunicación, Patricia Durán, por medio de su cuenta particular de Facebook, está invitando a una cena en la que se celebrarán los 15 años de la unidad académica, la cual reproducimos textualmente para los interesados:

A todos los que hemos formado parte de la comunidad de la Facultad de Comunicación de la UAP, los invitamos a formar parte de nuestra celebración: Inicia la cuenta regresiva de los XV años de nuestra Facultad. Los esperamos a todos, alumnos, profesores, egresados, empleadores y amigos.”

Pronto más noticias y detalles de la celebración, estaremos pendientes.

Las anecdotas de la semana

“A la tierra que fueres, haz lo que vieres”, reza el refrán. Pero al parecer a los nuevos funcionarios no les interesa llevarlo a cabo, tal y como se notó en el evento del DIF estatal de la graduación de los Centros de Capacitación y Desarrollo (Cecade), donde al momento de entonar el Himno a Puebla, solo la presidenta de la dependencia y esposa del gobernador, Martha Alonso de Moreno Valle, se lo sabía.

Fue deprimente ver cómo los funcionarios —la mayoría provenientes de otros estados y de la capital del país— sacaban su acordeón, y en algunos casos trataban de tararear el himno del estado, incluido el director, Carlos Alberto Julián y Ruiz.

En tiempos del sexenio de Melquiades Morales Flores, cuando se instituyó el Himno de Puebla, el gobernador ordenó a sus funcionarios a aprenderse la letra. Ahora no estaría mal que la orden se volviera a aplicar, y más ante tanto fuereño.

La segunda anécdota le pasó al presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, cuando fue exhibido en la presentación de la Ventanilla Única para agilizar los trámites de la Secretaría de Gestión Urbana y Obra Pública, ya que no se podía acceder a la página electrónica para realizar un trámite, y luego no pudo enlazar una llamada al número telefónico de atención de la misma dependencia.

Lo que no se supo es que el trabajador que iba a recibir la llamada —casualmente a unos minutos de efectuarse— decidió acudir al médico porque se sentía indispuesto, y haciendo valer sus derechos de empleado de base, literalmente “le valió” la llamada del alcalde. ¿Casualidad o hubo mano desde el Sindicato de Trabajadores del ayuntamiento?... ¡Qué mal pensados somos!