Refugio Rivas Corona, dirigente del Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres (Sutcobp), dobló las manitas tras apostarse por crear una crisis y acudir a diversos opositores al gobierno.
Este jueves, don Cuco optó por acercarse a la Secretaría General de Gobierno tal y como estaba agendado, tras una conferencia de prensa que sólo sirvió para mostrar que anda con el amparo en la bolsa, aunque adujo “que el que nada debe nada teme”.
La posición manifestada por el gobierno estatal es la de regularizar la situación en torno al Colegio de Bachilleres para que no se afecte el prestigio de la institución, luego que el secretario general del Sutcobp lo mismo se acercó con priistas que con perredistas, con José Juan Espinosa y hasta con Andrés Manuel López Obrador para que le auspiciaran “su lucha”.
Estuvo con el legislador Ricardo Monreal y con “El Peje”, con el líder estatal del Partido Revolucionario Institucional, Juan Carlos Lastiri, y con los diputados federales Alberto González y Óscar Aguilar. Hasta con José Luis Márquez y Javier López Zavala, el malogrado candidato a la gubernatura de Puebla.
Poco logró Rivas Corona. Los priistas le dieron la espalada, lo mismo Juan Carlos Lastiri que Javier López Zavala, así como los lideres sindicales René Sánchez Juárez y Leobardo Soto Martínez, de la FROC y de la FTP-CTM, respectivamente.
Sánchez Juárez de plano fingió demencia y Soto Martínez salió a declarar que en Puebla hay un escenario de respeto a la autonomía sindical y a la libre contratación, que es claro el clima de estabilidad laboral y el respeto de las autoridades del trabajo a los derechos de los trabajadores en la gestión del gobernador Rafael Moreno Valle.
Desesperado, don Cuco fue con “El Peje” en su mitin por Atlixco, pero este sólo lo escuchó y no le dio su respaldo la noche del miércoles.
El jueves —en medio de patadas de ahogado— acudió al gobierno, quien le abrió la llave del diálogo tras el movimiento del Sutcobp que provocó una nueva crisis en el Colegio de Bachilleres como hace cuatro años.
Ni modo, a don Cuco de plano todos sus amigos lo dejaron solo. Esa es la verdadera historia.

Continúan los atropellos en el Centro de Convenciones
No contento con terminar con el trabajo que realizaron tres administraciones para levantar lo que ya estaba consolidado como un Centro de Convenciones de primer nivel, el secretario de Turismo, Ángel Trauwitz, esta empeñado en pasar a la historia como el peor funcionario en esa posición.
El dueño de Bodegas el Molino desmanteló ya toda la estructura de este organismo, sin tomar en cuenta que en muchos casos se trata de gente que trabajaba en el lugar desde el primer director, el inolvidable José Brito Zaragoza.
Trauwitz despidió en estos días a 28 trabajadores más del CCP, y se ve que la instrucción que tiene es desmantelar toda la estructura para dejar como “elefante blanco” el inmueble que se ubica en al zona de San Francisco. Pobre Puebla, que se encuentra en manos de gente como este secretario.

¡Qué culpa tiene Puebla!
Ahora que el secretario del Trabajo federal, Javier Lozano Alarcón, reconoció que sí quiere ser candidato al Senado de la República representando a Puebla, bien vale la pena reflexionar: ¡Qué culpa tenemos los poblanos para soplarnos a Lozano como candidato!
Lozano ya fue candidato a diputado federal en el 2000, en ese entonces por el PRI e impulsado por Melquiades Morales Flores. A él, los panistas le pusieron una reverenda madrina en el distrito 11 con cabecera en esta ciudad, en donde perdió ante Miguel Ángel Mantilla, hoy delegado de la Secretaría de Economía.
Además de ser arrasado por el “efecto Fox”, Lozano dejó en claro que es un pésimo candidato, por lo que allá él si se quiere llevar otra derrota de grandes magnitudes.
El hombre es insufrible, antipático y sin carisma. Ni me lo imagino en la Sierra Norte de Puebla o la Mixteca con los campesinos.
Eso sí, seguramente buscará encabezar la formula para que —pase lo que pase— llegue aunque sea como la primera minoría a la Cámara Alta. Reiteró, ¡pobre Puebla!