No cabe duda, cuando toda la vida se ha tenido un guía moral resulta dificilísimo sacar la casta por cuenta propia. Un hecho que los priistas poblanos siguen viviendo día a día ante la inexistencia de una líder con el peso, la trayectoria y la experiencia que en estos momentos Puebla requiere.
La incompetencia que manifiesta Lastiri Quirós —que avergüenza hasta a sus propios familiares— al frente del CDE tricolor ha generado un caos tan brutal como lesivo en las actitudes de quienes se ostentan como diputados locales y federales.
A tal grado, que con la pasada propuesta de Moreno Valle para hacer una reforma electoral que deje a un sucesor de año y medio, se haga la redistritación en la entidad y de paso eliminen al secretario general y la Dirección General del IEE, nuestros ínclitos representantes populares locales están como chivos en cristalería exhibiendo no solo su ignorancia supina en el tema, sino la abyecta postura con la que se conducen frente al gobernador Moreno Valle. Afortunadamente el secretario de Organización del ejecutivo nacional, Ricardo Aguilar, dio a conocer en un comunicado oficial —¡qué vergüenza!— que no avalará la reforma electoral impulsada por Moreno Valle hasta que su contenido sea analizado y valorado a profundidad.
Ergo, los legisladores priistas tendrán que unificar primero (¡zaz!) su criterio de manera responsable, ya que están frente a un gobernante sin identidad política propia absorto por los intereses de panistas y perredistas que se alían por una visión patrimonialista del poder.
Ante una propuesta incoherente, que no refleja necesidades que beneficien a los poblanos y, por el contrario, denotan la voracidad política del mandatario para extender su poder más allá de su sexenio, los priistas debieron mesurar sus declaraciones con respecto a esta iniciativa.
Algo que para variar no sucedió, ya que más de tres de estos legisladores priistas de inmediato se tiraron al piso aceptando incondicionalmente lo que Moreno Valle les envió ante la típica omisión del patético Lastiri quien para variar no puede ni siquiera coordinar a sus propios compañeros de bancada ni a los legisladores locales.
Con la pena. Mientras esto sucede en la entidad y les tienen que corregir la plana vía comunicado oficial a los priistas, Ranulfo Márquez demostró que sabe hacer su trabajo.
Un asunto que a diario se le complica debido a la ineptitud y parsimonia de la caricaturesca dirigencia tricolor poblana, pero que sin lugar a dudas, y luego de la reunión que Moreira convocó en unos días con sus gobernadores, recuperará a la alicaída militancia local. Habrá cambios drásticos que ayudarán a que los priiístas poblanos recuperen el ánimo y las ganas de seguir impulsando los proyectos de un partido que hoy como nunca demuestra que además de efectivos han sido los únicos que lograron mantener el barco —nuestro país— a flote.
Mientras en la política aldeana se privilegian temas tan ridículos como obvios —como la designación del nuevo titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la visita de Fecal para mostrar un vehículo o la caída de Refugio Rivas— en México tocan temas de relevancia e impacto nacional.
Moreira ha tomado la determinación de poner a la consideración de los 17 gobernadores priistas cuál será la ruta crítica a seguir para ganar el 2012. Se hará una minuciosa evaluación respecto a las campañas de “guerra sucia” que el PAN pretenderá utilizar para distraer al electorado.
Un tema que seguramente será considerado es el de la alianza con Elba Esther Gordillo, ya que al parecer es un personaje proclive a generar controversia por sus métodos poco ortodoxos, por no decir puercos, para lograr sus objetivos de políticos y de poder.
Estos temas se revisarán en el marco del siguiente Consejo Político Nacional que promete ser un ejemplo de efervescencia y de unidad al final de sus trabajos.
Las discordias creadas por la posible alianza con la Gordillo ha llevado a contar con fuertes declaraciones, congruentes y sustentadas, pot parte de priistas de raigambre como Dulce María Sauri, Francisco Labastida, Carlos Jiménez Macías y muchos otros que han hecho un recuento de las actitudes de la Gordillo para con el priismo desde finales del siglo pasado y en favor de la candidatura panista de Vicente Fox.
Veremos quienes tienen más peso y razón; especialmente luego de tener la seguridad de que Fecal no se va a dejar vencer sin poner en evidencia mediática a esta señora.
Como se ve, el PRI nacional decidió retomar la coordinación de todos sus comités directivos; especialmente de aquellos a donde se carece de presencia y liderazgo como en el caso de Puebla, donde ya se ha podido documentar la lastimosa rastrería con la que Lastiri y varios diputados locales y federales —con escasas pero honrosas excepciones, como la de Óscar Aguilar— se conducen frente a Moreno Valle, a quien ilusamente siguen viendo como su compa de corazón tricolor. ¡Ilusos!
Queda claro que ante la falta de un guía con calidad moral en la entidad, los tricolores poblanos tenemos solo el apoyo definido de Ranulfo Márquez como delegado del CEN del PRI y, por ende, el rescate de nuestra alicaída fuerza en la entidad gracias a la determinación de poblanos como Jorge Estefan en el Ejecutivo Nacional del PRI. Como quien dice, los priistas poblanos tenemos aún una luz al final del túnel.