“Si no poseo el gusto del misterio es porque todo me parece inexplicable, o mejor dicho, porque lo inexplicable es mi único sustento y estoy harto de él.”
Emil Michel Cioran
Es un contrasentido lo que sucede entre la realidad de los hombres y mujeres comunes y la que perciben los políticos y los hombres del poder.
A veces parecen inexplicables tantas cosas que suceden, que no da tiempo para reflexionarlas. Lo que es injusto, para ellos es justo, lo ilegal se convierte en legal, la miseria en riqueza, el cinismo suple a la verdad y a nombre del poder todo se negocia y acuerda.
Por ejemplo, en Petlalcingo, un municipio muy pequeño de la Mixteca poblana, donde no hay nada qué hacer, nada en qué trabajar y ningún futuro para los jóvenes, menos para los niños, más que esperar a crecer para poder seguir los pasos de sus padres: emigrar.
Ahí un pequeño cuida sus chivos como lo hacen muchos en estos lugares secos y calurosos de la Mixteca, sin saberlo le estalla un artefacto hasta ahora desconocido, después es conducido no de manera urgente, hasta llegar al hospital del niño poblano. La parte médica después de estos hechos tan lamentables y tristes, informan que le han sido amputados el antebrazo y una pierna, poco después también se sabe que un testículo y que su estado sigue siendo delicado.
El pastorcito de 11 años, como se le conoce, aún no recuerda nada, tampoco sabe que ha perdido algunos miembros de su cuerpo, sus familiares siguen desconcertados y no saben a ciencia cierta qué sucedió aquel trágico día; el padre de Oswaldo regresó de los Estados Unidos en donde trabaja para poder sostener a su familia, y tienen más de cinco años sin conocerse.
Si hubiese que premiar alguna de las frases (negras) de alguno de los funcionarios estatales, creo que hubiese ganado el secretario de Seguridad Pública, quien sin mediar explicación o investigación de por medio, salió a decir que presuntamente se trató de un petardo o cohetón.
Ahora sí, ahí debió estar el responsable de comunicación social gubernamental, para cerciorase muy personalmente de los hechos e informar con la verdad.
Hasta que empezó a circular la noticia en algunos medios nacionales, sus familiares ya no se vieron tan desamparados, la Sedena los visito, prometió una investigación y apoyo; la esposa del presidente, Margarita Zavala, arribó al hospital infantil, observó al niño herido, dio instrucciones y el consuelo moral para Oswaldo y poco a poco se empieza a traducir en apoyos materiales por parte del gobierno.
Las instituciones gubernamentales deben de investigar a fondo qué sucedió realmente en Petlalcingo; el Ejército debe dar una explicación de los hechos, las autoridades municipales deben conocer lo que sucede y pasa en su municipio, según informaciones de medios locales, la fama pública de la presidenta municipal no es muy buena que digamos.
Tal vez estos hechos pronto sólo queden en el imaginario social, será una más de las tantas tragedias y dolor humano.
El padre de Oswaldo de nueva cuenta regresará al país vecino, no tiene alternativa, debe mantener a su familia; el pastorcito no volverá a los agrestes terrenos de esa Mixteca que sólo tiene agua cuando llueve, para cuidar sus pocos chivos que aún tienen, nadie puede atinar cómo enfrentará su realidad, pero no tiene de otra, tendrá que salir adelante.
La joven desaparecida y su novio
La búsqueda de la joven estudiante de comunicación de pronto dio un vuelco brusco, en estos últimos días apareció el cadáver de una mujer, el procurador de Justicia del estado, Víctor Carrancá Bourget, confirmó que la ropa y los accesorios del cadáver encontrado el viernes 22 de julio sobre la autopista Atlixcáyotl coinciden con los que usaba Thalía Martínez Ramírez, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Comunicación UAP, desaparecida desde el 14 de este mes.
“La hermana de Thalía había reconocido el cadáver por una pulsera que llevaba puesta, sin embargo, hasta no tener los resultados de ADN, la estudiante universitaria continúa considerada como desaparecida”.
Sus compañeros deben estar incrédulos, sus padres deshechos estarán “rezando a dios” pensando en que no sea ella, seguirán manteniendo viva la esperanza hasta el final, es su hija y tal vez aún no creen lo que está sucediendo.
Las versiones que corren entre los círculos de esta joven estudiante y por informaciones periodísticas, ahora se sabe que el novio de Thalia era un tipo “celoso”. Otra más que circula es que: “dicho personaje se enteró que su novia chateaba por facebook con un amigo de la preparatoria y se molestó mucho”.
Según Carlos Gómez, un columnista destacado, quien ha seguido el caso de cerca apunta: “Quien reportó ante la Procuraduría General de Justicia la desaparición de Thalía Martínez, no fueron ni los padres, ni las amigas, ni la hermana de Thalía, fue su novio.
“Que la mamá del novio trabaja en la Procuraduría General de Justicia con el cargo de comandante y curiosamente en el área encargada de investigar los secuestros.”
Sigo pensando que debe de aparecer con vida la joven estudiante Thalia Martínez, sin embargo algo no marcha bien entre los jóvenes, sus relaciones se tornan violentas entre ellos, sus lenguajes son agresivos, sus valores se han modificado y su tejido social esta en crisis. Los adultos y las instituciones tenemos que hacer algo por los chavos y evitar que sigan sucediendo estas cosas llenas de violencia, están vulnerando lo más preciado de ellos, su solidaridad y dignidad humana.
El contrasentido de dos realidades
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