Los que dan por un hecho que la exalcaldesa de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz, tiene pase directo para encabezar la fórmula del PRI al Senado de la República pueden llevarse un chasco.
La expresidenta municipal de Puebla, que anda más ocupada en organizar la boda de su hija —que se realizará en este mes—, que en buscar consolidar su posición al interior del priismo aun tiene un tema pendiente que superar: la aprobación de su última cuenta pública, la cual ni siquiera entró al análisis en el periodo que recién concluyó por parte de la Legislatura local.
El asunto no es menor, si se toma en cuenta que la primera mujer en gobernar el municipio de Puebla no tiene muy buena relación con el jefe político de este estado, el gobernador Rafael Moreno Valle.
El asunto es muy sencillo, les guste o no a los priistas el gobernador poblano meterá la mano en el proceso de selección de sus candidatos a puestos de elección popular para el próximo año y para muestra basta un botón, la reforma electoral aprobada por el Congreso del estado tuvo su punto culminante, solo cuando Humberto Moreira, líder nacional del tricolor y el mandatario poblano se sentaron a negociar.
Este antecedente es importante no olvidarlo cuando llegue el momento en que el PRI elija a sus candidatos a diputados federales y senadores. ¿O caso son tan ingenuos para pensar en que el gobernador no meterá la mano?
Alcalá Ruiz si bien mantiene un excelente posicionamiento, haría bien en ponerse a trabajar en recomponer su relación con el inquilino de Casa Puebla; su cuenta pública es un asunto pendiente, el cual tendrá que resolver a más tardar durante el próximo periodo que concluye en diciembre, si es que quiere ser candidata y no tener ninguna atadura.
Sus cuentas están ahí, a la espera de que reciban la orden de pasar o ser guardadas para una mejor ocasión. La exalcaldesa no debe perder de vista que las observaciones hechas a su administración durante el periodo de entrega-recepción, no se movieron desde el Charlie Hall, sino desde Casa Puebla, desde donde se alentó la andanada en su contra.
Torpemente sus operadores quisieron adjudicarle al zavalismo esos apuntes, cuando a la vista de todos quedó claro que ni el edil Eduardo Rivera, ni el fallido candidato a casa Puebla metieron la mano.
El presidente municipal y el excandidato fueron los señalados. Una carambola de tres bandas, de las que tanto le gusta jugar a la nueva administración.
El futuro de Alcalá depende totalmente del ánimo de Casa Puebla, ni más ni menos.

Convergentes respaldan a Maldonado
El pasado fin de semana recibí una carta del coordinador de los diputados del hasta entonces Partido Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano.
La misiva está firmada por Pedro Jiménez León, coordinador de los diputados de este partido en san Lázaro quien dice:
“Por medio de la presente me permito manifestarte mi amplía coincidencia con los conceptos que refieres en tu columna sobre la impecable trayectoria de Luis Maldonado Venegas.
”Como lo refieres en tu columna, Luis Maldonado a lo largo de su amplía carrera profesional y política ha ganado un gran prestigio no solo como político y abogado, sino también como funcionario público, académico, profesor, legislador y al interior de la prestigiada Academia de Geografía y Estadística y al interior de la propia Universidad Nacional Autónoma de México.
”En su carácter de presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Convergencia, el Lic. Maldonado siempre trabajó a favor de nuestro proyecto político, cabe mencionar que bajo su liderazgo Convergencia no solo se fortaleció a lo largo y ancho del país, sino que obtuvo un crecimiento histórico en el año 2006 al obtener la mayor representación política en el Congreso de la Unión (17 diputados federales y 6 senadores de la República).
”Luis Maldonado fue diputado federal por Convergencia 2003-2006. Senador de la República por nuestro partido de 2006-2012. Presidente del Comité Ejecutivo Nacional 2006-2010 y ahora se desempeña como secretario de Educación Pública del Gobierno del Estado de Puebla del cual es parte Convergencia.
”Mi reconocimiento a Luis Maldonado Venegas por su altura de miras que le imprimió a cada una de sus acciones políticas a favor de Convergencia en una escenario político nacional profundamente adverso. Es un hombre honorable, demócrata, nacionalista, culto y comprometido con las causas más sensibles de la sociedad mexicana.”

Hasta ahí la parte medular de la carta que me dirige el coordinador de los diputados de Convergencia, Pedro Jiménez León.