Ah, qué el carnal Marcelo; mira casarse a estas alturas del partido… no aprenden (bueno, mejor me callo).
Nuestra banda política sigue creyendo que el pueblo los verá con más agrado o que evitarán malas interpretaciones respecto a su vida personal si se casan con alguna estrellita o personaje más o menos famoso. La bronca es que el show que arman al respecto es tan falso que, lo único que percibe “Juan Pueblo” es que están tratando de taparle el ojo al ¿macho? Cuando abrazan a su futura, parece que estuvieran abrazando a un nopal crecido, y cuando le dan un beso a la dama en cuestión parecería que la pobre mujer tiene una lepra mortal… Why?
El buen político vale por lo que es, por sí mismo. No necesita justificar ni aparentar lo que no es, ni lo que no siente. El carnal Marcelo escogió el momento menos propicio para hacerle al “Monje Loco”. No quiero ni pensar la “corretiza” que le van a propinar sus detractores… Entre otras cosas, sus contrincantes le van a buscar a su compañera alguna mancha hasta por debajo de su certificado de vacunación, para ver por donde agarrar a Marce. En pocas palabras; se puso de pechito. Lástima.
Una compañera, esposa, amante o lo que sea no hará que las cosas cambien o mejoren, pero puede hacer que empeoren. El pueblo no es idiota, y acepta (de mala gana) que el político lo transe y hasta que lo manipule, pero se siente humillado cuando además le quieren ver la cara de buey en forma burda.
Si no aman, pus’ no se casen y ya.