Don Ardelio Vargas Fosado, nuestro secretario de Seguridad Pública (SSP), pues anda desatado, en busca de reflectores y cámaras y ayer se aventó “El Oso de Oro” al querer adelantarse a una noticia, que viéndolo fríamente, también puede generar que se caiga una investigación.
Resulta que Ardelio Vargas, además de presumir los 41 delincuentes detenidos en una semana, declaró a e-consulta que ya estaban detenidos los responsables del crimen de dos mujeres ocurrido en la colonia La Paz, refiriéndose al trabajo de investigación que realiza la Policía Ministerial del Estado (PME) que —le comento— depende en forma directa de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) y no de la SSP.
Probablemente el secretario escuchó que la Ministerial tenía detenidos “importantes” relacionados con homicidios, pero no entendió el mensaje y para “subir” al carro de sus 41 detenidos, mencionó el caso de La Paz y en momentos atrajo todos los reflectores porque esa noticia fue repercutida en redes sociales y en noticieros radiofónicos.
Pero estaba equivocado, el mismo director de la PME, Juan Luis Galán Ruiz, tuvo que salir al paso y declarar que existe un hombre que ya fue presentado ante el Ministerio Público como “testigo de oídas” y que el caso, aunque va por buen camino, todavía no se ha esclarecido.
Galán Ruiz opera en las investigaciones de éste y otros casos, con su equipo personal de trabajo, que por el momento no ha salido a la luz pública, pero que ha participado en los esclarecimientos de casos importantes, con la misma participación de comandantes experimentados.
Pero regresando con Don Ardelio, este funcionario pudo haber cometido uno de los errores más graves en la investigación de los delitos, y es que “filtró información” de la que ni siquiera sabía de su veracidad, o se confundió con los reportes y “se hizo bolas”.
Es nada más pregunta: ¿Qué pasa si el o los homicidas de dos mujeres de la colonia La Paz se enteran que ya hay un señalamiento directo en su contra?
Un servidor cree que el o los homicidas de inmediato se darán a la fuga.
O bien, si ya están detenidos y sujetos a investigación, solo dar un avance “oficial” puede provocar que estos hombres se extraigan de la acción de la justicia.
Ve por qué le digo que se trata de un “Oso de Oro”.
De seguro nuestra estratega de prensa tiene otra opinión; de la misma forma, oficial.

La necesidad de las cámaras y fotos
Cuando Don Ardelio Vargas Fosado fue ungido como secretario de la SSP, las cámaras y reflectores le daban miedo, principalmente porque desde antes de su llegada comenzó a rumorarse que se trataba de un hombre que a todas luces abusa del poder. Casos como el de Palmarito Tochapa, donde mil hombres fueron a detener a 10 y de estos solo uno era de los “buscados”, de la zona de la 46 Poniente y otros, dejaron en claro de quién se trataba.
Una vez que hizo callo entonces permitió que su “fama” se regara y comenzó a realizar visitas, participar en reuniones, hacer presencia y más presencia, mientras que la Policía Estatal Preventiva (PEP) se “parta el alma” para darle sus 41 detenidos, dejándole la tarea de la difusión a su estratega de comunicación que también le trabaja a la Procuraduría de Justicia; una actitud muy cómoda: “yo tiro rostro y ustedes trabajan”.
Por cierto, ninguno de los policías que han “vestido de luces” a Don Ardelio han recibido al menos “un Gansito” como premio.

Zapatero, a tus zapatos
Las nuevas formas de este gobierno pueden traer consecuencias entre dos dependencias o instituciones unidas por un solo fin —la seguridad de los poblanos— pero muy alejadas en cuanto a la legalidad.
Me explico. La Secretaria de Seguridad Pública del Estado tiene como función garantizar la seguridad en todo aspecto de los poblanos, para lo cual cuenta, a través de sus equipos o corporaciones, con armas, vehículos, instalaciones y todos los implementos; ya lo dijo el mismo secretario: prevenir el delito, poner a disposición de las autoridades a los infractores.
La PGJ investiga y persigue delitos consumados, además —como extra— previene delitos en patrullajes realizados por la Policía Ministerial, además de que cuenta con grupos legalmente establecidos para investigación como la DGADAI (Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto) para perseguir delitos como de la delincuencia organizada.
El procurador de Justicia, Víctor Antonio Carrancá, tiene la responsabilidad de investigar delitos, perseguir a los mismos, pero por medio del uso de leyes, “conforme a derecho”, como dice mi compadre.
Uno no tiene nada que ver con el otro. Entonces ¿por qué adelantarse a dar información que no le corresponde y consta?
¿Por qué una sola oficina de prensa para dos dependencias tan importantes?
¿Por ahorrar?
Nos vemos cuando nos veamos.
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