La izquierda partidaria en el país se ha vuelto funcional para quienes tienen el poder político (PAN) y poseen la riqueza en México, pero lo son también para el propio PRI. Lo más grave es que ni cuenta se dan.
Han perdido todos los valores e ideas de lo que fue y debe ser una izquierda ética con principios, honesta, actuante y eficaz para transformar de fondo las cosas que están mal y no funcionan en México. Mientras la derecha sigue su propia estrategia para disimular una presunta democracia interna y “blindan” su principal instrumento partidario, para garantizar el orden y salvaguardar sus privilegios e intereses económicos.
Y del PRI ni se diga, los datos de las encuestas nacionales los siguen favoreciendo; su principal aspirante, Enrique Peña Nieto, sigue punteando y una buena parte de la opinión pública piensa que deben regresar a gobernarnos.
A los perredistas poco les importa lo que sucede; se han acostumbrado a sobrevivir individual y colectivamente de su “jodida” vida partidaria, que se han vuelto especialistas en el manejo de sus estatutos y en cada elección interna se hacen fraude ellos mismos.
En días recientes nos hemos dado cuenta de su incapacidad para procesar limpia y correctamente la elección de sus órganos de dirección, la “democracia ya, fraude para todos” volvió aparecer trágicamente entre sus filas.
En cinco estados de la República tuvieron que ser suspendidas las elecciones del PRD. Las causas no son nuevas, fueron las de ayer y antier: operativos para votar por una u otra planilla, acarreo de militantes, compara de votos, robo de urnas, padrón abultado y demás muestras del “pensamiento progresista y de avanzada en México”.
En esto han terminado de convertir al principal instrumento político de un sector de la sociedad que sigue pensando y votando en cada elección por la llamada izquierda.
Han perdido la memoria histórica de todo lo que costó construir un partido de izquierda para los mexicanos.
En muchas de las ocasiones pactaron con el “autoritario PRI”; hoy un grupo interno mantiene y coincide con algunas estrategias de la derecha en el gobierno.
Las formas de control, negociación y el reparto de espacios por parte de la corriente que mantiene el control del Sol Azteca, conlleva al surgimiento de varios grupos y tribus, puesto que nadie desea quedar marginado de las ganancias electorales y políticas que genera el PRD.
Es falso, en dicho partido no queda nada, ni un “chisguete” de alguna idea marxista, socialista, progresista o de las ideas universales de la izquierda: igualdad, fraternidad y solidaridad.
La “Revolución Democrática” nunca llegó y jamás la han dejado llegar, dicho instituto se ha convertido en un partido electorero sin perspectiva política de corto, mediano o largo plazo.
La forma brutal y la estupidez política con la que actúan sus principales dirigentes nacionales y locales han hecho que el PRD deje de ser una alternativa para la sociedad.
Sin embargo algo debe quedar en claro, la tribu fundamental (NI), aquella que maneja y controla todos los órganos partidarios, se ha encargado de desmontar y desfigurar a esta izquierda partidaria.
De todos los grupos de presión, corrientes y tribus es conocido que el control del Consejo Nacional es fundamental para el proceso del 2012l. Ahí se discutirán las convocatorias, formas y métodos de elección para elegir al candidato a la Presidencia de la República, senadores y diputados; quienes lo dominen impondrán reglas y se quedarán con muchos espacios políticos.
No lo sé, pero tal vez “salió más caro el caldo que las albóndigas” para aquella corriente que impugnó a la dirigencia perredista ante el Trife, la forma autoritaria y “violenta” con la que respondió NI fue aplastante, en varios estados impusieron sus condiciones y sin miramiento alguno buscan acabar a sus adversarios internos.
Por supuesto que estas formas grotescas y brutales de hacer política nada tienen que ver con los principios de la mal llamada “izquierda legal”.
Desconozco cuáles sean los efectos y los daños que puedan causar estos hechos al propio Partido de la Revolución Democrática (PRD), pero nuevamente se lastimaron y más que eso, golpearon con fuerza a un partido que ha luchado siempre por la democracia, por mejorar las condiciones de vida de miles de mexicanos, aquel que siempre ha buscado un destino más justo para el país.
Cuanta incongruencia, cuanto cinismo, venganza, maldad y cuanta perversidad política se vive en el PRD, con qué cara o rostro podrán presentarse ante la gente para decirles que luchan por ellos.