Hoy se incorporan a sus labores el grueso del personal tanto de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) como de la Policía Ministerial del Estado (PME), y las quejas del personal —que en algún momento estuvieron planeando un paro de labores— ya comenzaron.
De entrada, le comentó que el pago de los estímulos —600 pesos al mes— de la PME, que corresponden a los meses de noviembre y de diciembre no les fueron pagados —mucho menos los viáticos—, lo que llevó a muchos a no pasar una feliz Navidad con sus familias porque tuvieron carencia de dinero.
Una carta llegada a esta columna dice que los que sí “aprovecharon” las transas fueron muchos comandantes de la corporación, quienes cobraron la gasolina de las dos quincenas de diciembre, cuando la mitad de la corporación estuvo de vacaciones y, por lo mismo, el gasto fue mínimo y en muchos de los casos nulo, ya que no hubo un solo recorrido de seguridad, muchas patrullas —sobre todo en el interior del estado— permanecieron estacionadas.
Uno de los beneficiados de las transas es el comandante Joaquín Francisco Castillo Saldaña, quien se encuentra adscrito a la comandancia de Esperanza y en diciembre cobró los 18 mil pesos por concepto de gasolina y tuvo a todo su personal “en la banca”, mientras que los robos a casa habitación y asaltos en carreteras se incrementaron.
De los malos manejos que se le dan al asunto de la gasolina ya debe de estar enterado el director de la PME, Juan Luis Galán, por lo que se espera una reacción positiva o, por lo menos, que se haga una investigación a fondo.
Del asunto del pago de viáticos y del bono a los ministeriales es un caso que debe de resolver de inmediato la Secretaría de Finanzas.
Sería interesante ver un paro de labores de la Policía Ministerial, algo que nunca ha ocurrido en Puebla.
No le rasquen…

Ocultan a propósito el caso de Thalía
Lo invito a desempolvar casos que no fueron aclarados, ya sea por apatía o contubernio por parte de la PME.
El caso más sonado fue el crimen de la universitaria Thalía Martínez Ramírez, quien el 22 de julio de 2011 fue víctima de un violento asesinato.
Las primeras investigaciones del caso llevaron a la Policía Ministerial al hijo de una comandante a cargo de investigar casos de delitos sexuales y de violencia familiar, y cuando se presumía que todo estaba aclarado el expediente fue enviado al archivo “muerto”.
No se sabe qué pasó con esta línea de investigación, simplemente se “echó a la basura y ya”. En los próximos días daremos cuenta de cómo quedaron las investigaciones que, le aseguro, no sólo llevaban a la ubicación del homicida, sino a una gran red de protección a quienes perpetran el delito de trata, desde hoteleros hasta proxenetas, pasando por funcionarios y altos jefes. La investigación, le aseguro, le va a interesar.

Este fue el último reporte del caso Thalía
“Un reporte que es analizado por la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto (DGADAI) implica en la investigación del homicidio de Thalía Martínez Ramírez, aparecida sin vida en el kilómetro 11 más 400 de la vía Atlixcáyotl —al mediodía del viernes 22 de julio, en el mirador de Ocoyucan—, al hijo de la comandante encargada de investigar delitos de violencia familiar y sexuales, Margarita Alonso Huerta.
”De acuerdo con informes de personas que solicitaron la gracia del anonimato, el hijo de la comandanta Margarita Alonso, titular de la primera comandancia, sostenía relaciones de noviazgo con la joven estudiante y este fue el último en ser visto con ella el día que desapareció, incluso se dijo que él mismo la fue a sacar de su casa.
”Los mismos familiares de la joven asesinada se entrevistaron con la comandante Margarita y esta los amenazó para que no se les ocurra mencionar el nombre de su hijo dentro de las investigaciones.
”Incluso hay versiones de que la misma familia de Thalía ha recibido amenazas telefónicas, les han dicho que ‘mejor dejen las cosas como están’, por lo que hay temor de que pueda haber otra víctima en este espantoso caso de homicidio.
”Margarita Alonso y los encargados del área de Delitos Sexuales han generado un coto de poder en esa agencia especializada, al grado de que ellas mismas deciden qué caso consignar y cuál no; tras el crimen violento de la joven universitaria existe el riesgo de que sea esta misma agencia especializada la que obstaculice las investigaciones en todo a un caso que conmovió a la comunidad universitaria.”

Hasta aquí la cita pasada.
Nos vemos cuando nos veamos.