La visita de Ernesto Cordero a Puebla resultó un rotundo fracaso para el aspirante a candidato del PAN a la Presidencia de México, pues no contó con la compañía del gobernador Rafael Moreno Valle, quien prefirió asistir al partido de futbol del Puebla en el estadio Cuauhtémoc. Además, la organización de su evento fue un desastre.
Como si no fuera suficiente, Cordero fue más que evidente al mostrar su falta de tacto y oficio político ante los representantes de los medios de comunicación locales, quienes siguieron su gira por más de tres horas para conseguir una entrevista con el panista, quien sin menor consideración los desairó al salir del acto que se llevó a cabo en el salón de fiestas Los Girasoles de Cholula.
Protegido por el panista Roberto Grajales, quien ayer se comportó como todo un “guarro”, como un perro fiel a los pies de su amo, y perseguido por la presidenta municipal de San Pedro Cholula, Lolita Parra y sus famosas extensiones sintéticas, Ernesto Cordero confió ciegamente en las indicaciones de su equipo de campaña, que no le permitió responder ninguna pregunta a la prensa poblana.
Los reporteros de la fuente no sólo fueron tratados de una manera irrespetuosa por los integrantes del equipo del candidato, sino que fueron insultados y agredidos por quienes pretenden gobernar este país.
Bonita campaña, ¿no?
Quizá lo que nadie le ha dicho al señor aspirante a candidato es que además de no levantar en las preferencias de los panistas en la contienda interna, pese a su absurda insistencia de afirmar que ganará dos a uno en la primera vuelta, carece de personalidad, carisma y proyección de imagen ante los electores.
No hay que ser expertos para darse cuenta de que simplemente no proyecta nada, que su única virtud política es ser amigo del presidente Felipe Calderón y que tampoco anda muy bien en sus niveles de popularidad y aceptación.
Ojalá las próximas visitas de quienes aspiran a convertirse en presidentes de este país nos dejen un mejor sabor de boca a los poblanos. Mañana martes estará en la capital el priista Enrique Peña Nieto, y el próximo 16 de enero Andrés Manuel López Obrador.