Rafael Moreno Valle Rosas es sin duda un hombre muy bien informado.
Independientemente de su estilo muy personal de gobernar, nadie puede negar la visión que siempre tiene para adelantarse a los acontecimientos, de ahí que no pudo haber tenido mejor decisión que la de “blindar” a Puebla ante los encontronazos que se avecinan.
Su tan criticada decisión de hacerse a un lado del proceso electoral, al menos en el papel, es decir, no aparecer en actos públicos en apoyo de ningún candidato, resultó a final de cuentas afortunada, ya que se avecinan días muy difíciles para el país.
El gobernador tiene que jugar hoy más que nunca con todas las fuerzas políticas, para evitar que Puebla se colapse en medio de la lucha que se desatará por la Presidencia de la República y en donde saltará de todo.
Es cierto que la situación de su principal aliada política, la maestra Elba Esther Gordillo es delicada, pero aun así resulta por demás importante que al gobernador no se le vea al lado de nadie durante la contienda.
Por supuesto que nadie es ingenuo para saber que Moreno Valle operará políticamente, pero lo hará de acuerdo con los tiempos y con las circunstancias, por supuesto que buscará sacar beneficio político, ya que no es ningún ingenuo.
Su maestro, el exgobernador Melquiades Morales Flores, alguna vez dijo que la política la hacen los demonios y no los ángeles, y eso es precisamente lo que es el gobernador pero también “blindó” a Puebla ante los embates que vienen.
En lo personal, su proyecto político pasa por el momento más difícil, pero es parte de la serie de obstáculos que deberá de superar para poder estar presente en el juego sucesorio de 2018.
Las circunstancias para el gobernador por primera vez no le son del todo favorables, el encontronazo con el priismo nacional es algo que no está dentro de su agenda, no al menos en el corto plazo, pero el CEN del PRI no le dejó de otra.
La lucha contra Blanca Alcalá es a muerte, y eso sin duda marcará la agenda política en los próximos días. El ganador de la contienda escribirá la historia de Puebla en los próximos años; si el gobernador se impone, su proyecto gozará de cabal salud; si, por el contrario, pierde, entonces habrá comenzado su Waterloo.
La ruptura priista
Por si algo le faltara al PRI poblano, la unidad de este partido hoy pende de un hilo.
Ayer el excandidato del PRI a Casa Puebla, Javier López Zavala, dejó abierta la posibilidad de bajarse de la contienda por el Senado si su partido no le da la primera posición, pero más aun, por ningún motivo el exfuncionario quiere como compañera de fórmula a Blanca Alcalá.
Por la tarde un grupo de seguidores del excandidato a la gubernatura, entre los que se encuentran diputados locales, federales y presidentes municipales en funciones, le pidieron a Zavala abandonar la contienda priista si el CEN del tricolor no le da la posición número uno dentro de la fórmula al Senado.
La estructura zavalista no está de acuerdo en que su “jefe político” vaya en el segundo sitio, es más, analizan la posibilidad de que si no hay cambio abandonen las filas del tricolor, lo que sería un muy duro golpe para el expartidazo en Puebla.
Hoy López Zavala se reúne con Osorio Chong para analizar la situación y no sería raro que la fórmula priista al Senado cambie otra vez diametralmente de aquí al viernes.
Las apuestas señalan que la dupla puede ser Blanca Alcalá y Alejandro Armenta Mier o Fernando Morales y Alejandro Armenta, y en un muy remoto caso, Javier López Zavala y Fernando Morales o a la inversa, Fernando Morales y López Zavala, la que es un hecho que no se verá por nada es la de Blanca Alcalá y Javier López Zavala, quien analiza otras propuestas.
La visión de Moreno Valle
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