Al carro del ganador todo se quieren subir, y eso es precisamente lo que se vio ayer cuando la candidata del PAN a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, arribó a Casa Puebla.
Ahí fue recibida por el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, por el alcalde Eduardo Rivera Pérez, cada uno con su respectiva esposa. También estuvieron presentes los dirigentes estatal y municipal del PAN, Juan Carlos Mondragón Quintana y Gerardo Maldonado Balvanera.
Bueno, hasta los operadores morenovallistas que estuvieron con Ernesto Cordero se subieron al carro de la ganadora. Ahí estuvieron el boquiflojo Ángel Alonso Díaz–Caneja, quien en la víspera había vociferado que no trabajaría en la campaña de Vázquez Mota, así como Roberto Grajales Espina y Pablo Rodríguez Regordosa.
También llamó la atención la presencia de dos personajes en este encuentro, muy ligados al gobernador Moreno Valle: el secretario general de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto y el operador de lujo Eukid Castañón, quienes tal vez mandaron un mensaje sobre su inminente arribo a este instituto político con su presencia. Eukid puede ser la sorpresa en la lista de “pluris” panista.
Para nadie pasó desapercibido el afecto que la candidata Vázquez Mota le brindó al presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, quien fue el más ovacionado, tanto en el encuentro abierto que sostuvo la candidata panista en el Centro de Convenciones como en la comida que se llevó a cabo en el hotel Presidente con ediles panistas y la estructura de este partido en el estado.
En corto, la candidata panista más tarde también tendría palabras de reconocimiento para Juan Carlos Mondragón, para Gerardo Maldonado, para la diputada federal y aspirante al senado Augusta Valentina Díaz de Rivera, y en general para todo el equipo que trabajó en su favor en Puebla.
Vázquez Mota comió ensalada de queso de cabra, crema de brócoli con queso y el plato fuerte consistió en medallones de cerdo rellenos de champiñones con arroz amarillo. Las bebidas consistieron en vino tinto, vino blanco y cerveza.
Puebla es territorio de Vázquez Mota, hasta los que fueron sus más acérrimos detractores hoy se sumaron al proyecto de la diputada federal con licencia. Claro, un lugar aparte en la campaña lo tienen sus amigos y otro muy diferente lo tienen sus aliados, hay que distinguir.

Fortalece a Lastiri la visita de Peña
La visita —sin tintes netamente políticos— de Enrique Peña Nieto, precandidato del PRI a la Presidencia de la República, tácitamente representó un voto de confianza para Juan Carlos Lastiri Quirós, el cual era indispensable en la fase de turbulencia que vive el PRI poblano.
Porque visitar Puebla en el momento previo a la definición de candidatos a diputados federales fue analizado y sopesado previamente por el equipo de campaña del “Golden Boy”. Al traerlo a la Angelópolis, automáticamente confiaron en que las condiciones políticas — responsabilidad de Lastiri Quirós— eran favorables. De ahí que el líder del tricolor haya salido fortalecido y quedó claro que la interlocución directa ante Enrique Peña Nieto y su equipo la trae el serrano.
Peña está al tanto de todo lo que ocurre en Puebla, entidad clave para el proyecto del mexiquense de regresar junto con el PRI a Los Pinos.
El pasado viernes Peña Nieto no sólo estuvo en el zócalo de la ciudad, también levantó imágenes en las instalaciones de Talavera de la Reyna, donde platicó con algunos personajes de la política local para meter al priismo poblano en cintura: dicen los que saben que el mensaje caló hondo y quedó ahí como una señal de que quien no juegue derecho se quedará completamente fuera —si es que el PRI gana— y eso, viniendo de un presidenciable, de verdad da frío.