La derrota del Puebla deriva de la indisciplina de DaMarcus Beasley, la falla del penal de Luis García al minuto 12 y al “bulto” que es Armando Wila. El ecuatoriano es un fraude y una estafa como futbolista (el único ganón fue su promotor por el dinero que recibió, al timar a Ricardo Henaine Mezher y a Jesús López Chargoy), al intermitente Luis Ángel Landín que no marca diferencia, al descerebrado Roberto Carlos Juárez por hacerse expulsar a lo tonto, a la falta de concentración de Alan Zamora y a la falta de compromiso y cojones de la mayoría del plantel. Las excepciones son Alejandro Álvarez, Jonathan Lacerda y a “Lucho” García aunque suene irracional. El español marcó el 1-0 al 44.
Es verdad que en el papel y en la cancha los jugadores de Chivas son más que los Camoteros en todos los sentidos. No es lo mismo tener en la banca a Alberto Medina, Carlos Fierro, Giovanni Casillas, Miguel Ponce, Julio Nava y a Mario de Luna, que al veteranazo Aarón Padilla, Víctor Pozos, Brayan Martínez, Diego Campos, DaMarcus Beasley y a Mario Rodríguez. Los recambios del Rebaño Sagrado no rompen la hegemonía del once titular.
Las limitaciones de La Franja ante Chivas se notaron más que nunca por la falta de refuerzos de calidad. La directiva del Puebla la tarde del domingo comprobó que un equipo necesita un tratamiento especial para delinear a un equipo competitivo.
El mal del Puebla recae también en la falta de planeación porque la mayoría de los jugadores quedarán libres en junio poco tiempo después de la conclusión del Clausura 2012.
Si la directiva poblana algún día pretende ser protagonista tendrá que realizar contrataciones de calidad por dos años como mínimo, para evitar que los jugadores emigren a otros clubes a donde los tratarán mejor o ya de a perdida que amarren a los futbolistas prestados.
En el malogrado partido ante Chivas (1-2) no toda la culpa fue de los jugadores. El cuerpo técnico pecó al dejar en el banco a DaMarcus por lo limitado del plantel. Es verdad que la disciplina debe imperar en el club pero lamentablemente Puebla carece de futbolistas de regular nivel como el estadunidense, y si a ese detalle le agregamos que Osorio y sus ayudantes no encontraron la fórmula para frenar a “Pina” Arellano. La derrota es mucho castigo para un equipo bien limitado que en esta ocasión quedo a deber a su afición.
La disculpa de Juan Carlos Osorio, al finalizar el partido, fue aceptada por los verdaderos aficionados camoteros que vieron como en el primer tiempo Rodrigo Salinas —con el “bulto” de Wila al lado— no desentonó ante Arellano. El complemento fue el acabóse.

Lobos despertó
Lobos por fin regresó a la senda de la victoria, después de cinco derrotas consecutivas. El estilo de Orduña no agrada por defenderse hasta con la cubeta y atacar poco, pero La Jauría comienza a respirar.
El equipo de Sergio Orduña ahora deberá confirmar que la victoria ante Correcaminos no fue un espejismo. Lobos deberá sumar en su visita a Leones Negros de la U de G al Jalisco, el viernes próximo.