Qué extraños poderes tendrán los partidos políticos del país que convierten a un político “corrupto, tramposo y vendido al sistema” en un “patriota, luchador social y constituyente”, nomás con que cambien de símbolo de partido.
Es el caso de Manuel Bartlett, expriista de hueso colorado, exgobernador de Puebla, exlegislador y otras monerías más entre las que se le acredita la famosa “caída del sistema”, con lo que perdiera las elecciones Cuauhtémoc Cárdenas, “líder moral” del PRD, partido que ahora ha logrado la mágica transformación de Bartlett.
Bartlett alega que nunca estuvo a favor del PRI y que fue víctima de un “compló” orquestado entre su exjefe Carlos Salinas y el impoluto Beltrones. Pero eso fue hace casi 15 años y es hasta ahora que decide a mandar por las “Cocas” a su expartido. No es que me guste entrarle al “sospechosismo”, pero no creo que Manuel Bartlett sea un ser de tan lento aprendizaje.
No me puedo imaginar a un político como él esperando toda una vida para darse cuenta de que el PRI no era lo suyo. ¡Vaya!, podría imaginarlo del otro jovenazo, “Perfidio” Muñoz Ledo, expriista también, ¡pero de Bartlett!
Esta situación me muestra una vez más el error en que vive el otro expriista (AMLO) que insiste en que el PRI y el PAN son lo mismo, el “prian”. Por lo que se ve el PRI, el PAN y el PRD son lo mismo, el “priprdan”. Suena horrible.
El priprdan
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