Mucho se habló durante las últimas dos semanas sobre el desempeño del equipo camotero: que si se le debió dar apoyo a Osorio, que si algunos personajes al interior de la organización no debían estar porque perjudicaban al equipo, que si el mal ambiente al interior generaba los malos resultados, que el equipo había sido armado con las patas, etcétera, etcétera, etcétera. Lo único cierto es que si bien el torneo está muy avanzado para pensar en mejores cosas, también lo es que se está a tiempo de sumar lo suficiente para empezar el próximo con mucha más tranquilidad de la que se tiene el día de hoy. Es ahí donde me parece que Bartolotta le está pegando al clavo, y es así porque a él le pidieron intentar lo mejor en los seis partidos que le quedaban al equipo. Él —debemos entenderlo así— no llega con una gran presión sobre su espalda, e incluso me parece que tiene todo que ganar y poco que perder. En ese sentido, inteligentemente ha sabido darles su lugar a los jugadores, a quienes ha otorgado todo el mérito de los 4 puntos ganados de 6 disputados, luego de una pésima racha de cinco partidos perdidos de manera consecutiva.
El sábado pasado me pareció —al igual que contra Cruz Azul— un equipo con más espíritu y compromiso, e incluso ahora con un poco más de fondo físico, lo que le permitió ganar el partido contra Querétaro en el segundo tiempo, ése que tantos dolores de cabeza dio en jornadas pasadas. Es cierto, los Gallos no son el mejor equipo de la Liga pero su condición de “coleros” y su serio problema porcentual los hacían un rival peligrosísimo. Por eso le comento que ganó el que debía, pues ahora —pensando en el próximo torneo— la diferencia entre los poblanos y los queretanos se amplió a 10 puntos. Ahora viene Toluca a una cancha que generalmente le sienta bien, donde también se le presentará a La Franja la grandísima oportunidad de romper la pésima racha de no ganar en casa en todo el torneo. Si Puebla es capaz de vencer a los Diablos sumará 15 puntos con 9 en disputa, y eso le daría la gran posibilidad de terminar la temporada de una manera mucho más digna y, lo más importante, sin grandes problemas porcentuales para el próximo torneo.
Lobos, a sangre y fuego
Los que siguen peleando a muerte para meterse a la Liguilla son los universitarios, quienes el viernes pasado fueron capaces de vencer a un equipo de La Piedad complicadísimo, lo cual los mantiene más vivos que nunca. Sin embargo, deberán obtener dos buenos resultados más para confirmar su llegada a la “fiesta grande”. La visita a Veracruz el próximo sábado se ve complicada pero no imposible, y en 15 días deben vencer en CU al equipo de Celaya para alcanzar el objetivo. Vale la pena resaltar el esfuerzo de los jugadores, quienes junto con Orduña y Ruiz Esparza intentan de buena manera cambiarle la cara a la escuadra.
Nosotros, veremos y diremos.
Hasta la próxima.
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